CINCO ENSEÑANZAS QUE NOS DEJÓ ARABIA SAUDITA

Las conclusiones del Grand Prix disputado en una de las mil y una noches de Jeddah, desde el podio hasta los debutantes.

Piastri y alguna materia pendiente

El australiano ganó su tercera carrera del año, su quinta victoria en las últimas 17 competencias, es líder por primera vez del Mundial y se afirma en su candidatura a ganar el título. Sin embargo, para ello todavía debe alguna que otra materia.

“Está en su tercer año y es muy sólido”, lo elogió Max Verstappen“Tiene un enfoque muy tranquilo, y eso me gusta. Se nota en la pista. Cumple cuando debe, apenas comete errores, y eso es lo que se necesita cuando se quiere luchar por un campeonato. Y creo que con Mark (Webber) a su lado, le está ayudando mucho. Es genial. La gente aprende de sus propias carreras; eso es lo que yo tenía con mi padre (Jos), y Mark asesora a Oscar. Al fin y al cabo, Oscar está aprovechando su talento, y eso es genial”.

Con esas palabras, el campeón mundial ensalza a su rival y, de paso, minimiza un poco más al disminuido Lando Norris. A Max le sirve eso porque está seguro que existe un terreno en el que todavía puede vencer categóricamente a Piastri: el de la batalla en la pista. Todavía el australiano no demostró (lo que no significa que no pueda hacerlo) sus cualidades para la batalla cerrada, rueda a rueda: lo que ocurrió en la primera curva de Arabia fue una defensa desesperada de Max, no una victoria del espíritu combativo de Piastri. Su gran mérito fue haber hecho una largada impecable, sin patinaje, con mucha tracción.

Piastri llena todas las casillas en las materias en las que se requiere frialdad, sin duda. Pero todavía no sabemos cómo reacciona en ámbitos calientes. En Arabia Saudita venía siendo superado por Norris en velocidad, y cuando el inglés chocó en la Q3, fue Verstappen el que se impuso. La tentación generalizada es cubrir de elogios a la nueva estrella, ahora que subió a la cima del torneo. Ya lo llaman “Pias-three”, un juego de palabras entre su apellido y sus victorias de 2025. Se merece las felicitaciones, pero, en perspectiva, todavía adeuda alguna materia.

RedBull en blanco y negro

El GP de Arabia Saudita ayudó a entender una característica esencial del RB21, el coche con el que Verstappen quiere defender a toda costa su título mundial. En circuitos fluidos, como fue Suzuka y ahora el callejero de Jeddah, el campeón es protagonista porque su coche es franco y predecible. Esas son pistas en las que el límite es el tren delantero. Pero en pistas como Bahrein, de constante frenado y aceleración, que depositan el esfuerzo sobre el tren trasero, se vuelve efectivamente una latita con ruedas. Entonces, mientras el equipo apura una solución para la falta de correlación entre los resultados de su túnel de viento y lo que sucede en la pista, los fanáticos pueden entender un poco más el comportamiento del auto de acuerdo a la pista. Si reclama más tracción que dirección, están en problemas. De las características del trazado depende si Max pelea la punta o el RB21 está detrás de McLaren, Mercedes y Ferrari.

La degradación es clave

En nuestra nota del viernes, trazamos un pronóstico sobre la carrera saudí, y señalamos que una gama de compuesto con mayor degradación podría evitarnos el aburrimiento que nos deparó el GP de Japón, en un circuito de similar morfología y cubiertas prácticamente indestructible.

En Jeddah, con pista limpia pero sin altas temperaturas en la noche de Arabia, McLaren le sacó casi 10s a Ferrari y prácticamente medio minuto a Mercedes. El trato superior que el MCL39 dispensa a sus cubiertas estiró las brechas, que en el caso de Mercedes fue enorme. Si la carrera se hubiese disputado en horas del día, las diferencias habrían sido mayores.

Con coches prácticamente indestructibles y rendimiento aerodinámico muy sofisticado, la variante que puede inducir atractivo es el neumático. Cuanto más blanda sea la gama, más degradable se vuelve y más posibilidades tiene la carrera de ser entretenida. Eso fue lo que ocurrió en Arabia, a tono con lo que se había apuntado. Se usaron los compuestos más blandos (C3-C4-C5) y es lo que debiera suceder en la mayoría de los Grands Prix cuando el asfalto lo permita.

Leclerc salva a Ferrari

Con su primer podio del año, el piloto de Mónaco muestra que la SF-25 tiene potencial para luchar por una victoria, ya que el título parece una empresa demasiado lejana. Su estilo de conducción se acomoda mucho mejor a las características del auto italiano que el de su atribulado compañero Lewis Hamilton, y el resultado, bien por delante de los Mercedes muestra que el upgrade que Ferrari introdujo en Bahrein -con un piso nuevo para intentar corregir los problemas en la suspensión trasera- funciona y se puede avanzar en el desarrollo ulterior.

“Obviamente, tengo muchas ganas de intentar ganar, pero antes del año que viene”, señaló Leclerc tras su podio. “El año que viene queda muy lejos, y habrá nuevas regulaciones y todo eso. Es demasiado pronto para pensar en eso. Estamos esforzándonos al máximo para acortar distancias lo antes posible y ganar carreras, pero no me gustaría esperar a Jeddah el año que viene para ganar”.

Antonelli y Hadjar, los mejores rookies del año

Ya no son sorpresa. El italiano se acomoda entre los primeros cinco en cada carrera, aunque en Arabia lo traicionó Mercedes, de alguna manera; el francoargelino volvió a mostrar desparpajo, ganó rotundamente su batalla intraequipo y se muestra como una buena alternativa para el futuro de RedBull.