Carlos Sainz Jr. dice haberse sorprendido gratamente con el rendimiento del FW47 en las pruebas de pretemporada en Baréin. Sólo el piloto español y la gente del equipo sabrá si lo dijo de verdad, como consuelo a su descenso de Ferrari al equipo de Grove, o para preocupar a sus rivales. Se dicen muchas cosas en esta antesala del campeonato, que arranca el 16 de marzo en Australia; no todas son ciertas.
Igual no hay que descartar porque sobre el Williams, Sainz fue el más veloz en las pruebas. Más allá de hasta donde llegue su techo competitivo, se ve que el FW47 es un auto que nació bien.
“Vi que era un coche mejor y un equipo mejor de lo que esperaba. Por eso fui rápido y pude adaptarme rápidamente”, se ilusiona Sainz, quien, ya con los hechos consumados, parece haber asumido sin mayores complejos la ingrata situación de pasar de una Ferrari ganadora y con chances de ser campeona, a un Williams con mucho por trabajar para simplemente ser competitivo.
Desde su lugar de director deportivo, nuestro conocido James Vowles le baja un poco el tono a las expectativas al fijar como objetivo principal el de sumar puntos con frecuencia. Un objetivo posible si el nuevo modelo confirma lo mostrado en las pruebas y recordando el buen nivel conductivo, indiscutible en Sainz y cada vez más notorio en Alexander Albon. Un binomio que, con alguna exageración, el propio Vowles calificó como “el más fuerte de la grilla”.
Todos estos elementos, más la llegada de nuevos patrocinantes y personal técnico, permiten suponer que están dadas la condiciones para que Williams dé ese saltito de calidad que le permita, si no llegar, al menos acercarse a esos lugares de punta que frecuentó en sus décadas doradas de los 80 y 90, para posteriormente, con el nuevo siglo, comenzar con su caída.
Ese saltito bien puede tener como primer destino ese escalón intermedio, detrás de los cuatro candidatos, como sin dudas son McLaren, Ferrari, Red Bull y Mercedes. Un lugar expectante donde también habitan Racing Bulls, Haas, Aston Martin y Alpine, equipos con quienes deberá confrontar.
O quizás Williams logre trepar algo más alto. Entonces, además de Sainz, sorprenderá a toda la Fórmula 1.
