El resultado plano de la Práctica Libre 2 del corriente Grand Prix de Australia, en el Albert Park de Melbourne, marcó el regreso de Ferrari al tope de la tabla. Pero hay que leer esa tabla de tiempos en términos estratégicos para entender qué es lo que está ocurriendo en el arranque del Mundial de Fórmula 1.
La diferencia entre Charles Leclerc y Lando Norris es de apenas una décima de segundo, lo que permite suponer en principio que ambas fuerzas están muy parejas. El somero estudio de la telemetría de esas dos vueltas veloces muestra dónde residen las fortalezas de una y otra.
Como se ve, el McLaren es algo más veloz en la zona rápida, dominando el sector 2, el más rápido del trazado; al momento de frenar al ingreso a la curva 11, la diferencia es de 2 km/h a favor del McLaren (316 km/h a 314 km/h) y de apenas 18 milésimas de segundo a favor de la Ferrari. Pero el coche italiano se movió mucho mejor en el sector 3, la parte más lenta del trazado, y allí amplió la ventaja a las 141 milésimas finales.
La diferencia parece relativamente obvia: la Ferrari aparecía más cargada, lo que a grandes rasgos explica esos comportamientos: menos velocidad en lo rápido y más agarre en lo lento.
Por el otro lado, si McLaren había impresionado con su ritmo en las pruebas de Bahrein, la comparación más directa en Albert Park muestra que si la supremacía se mantiene, la diferencia se ha reducido. Una vez acabado el simulacro de clasificación en el que prevaleció Ferrari, el ritmo de Norris en esa última parte de la práctica mostró una diferencia de casi una décima y media de segundo a su favor.
Pero la diferencia podría haber sido superior si Leclerc no hubiera efectuado sus últimas dos vueltas en ese stint a un ritmo superior: sin esos dos circuitos finales, la desventaja pudo haberse duplicado.
Ese giro también se comprende en general: la protección de las cubiertas traseras que Ferrari consigue a través de mayor carga (y por lo tanto menos patinamiento) le permitieron a Leclerc apretar su ritmo en el final del stint. Una de esas vueltas fue más veloz que cualquiera de las establecidas por Norris en su simulacro, como se puede ver en el gráfico precedente.
Además, información procedente de Albert Park indica que Leclerc hizo esa última vuelta rápida del stint (1m20s825) con el modo más potente del motor Ferrari. Lo mismo sucedió con la vuelta más veloz en el simulacro de Lewis Hamilton (1m21s2917), con toda la potencia disponible, aunque el piloto inglés todavía no estaba totalmente cómodo con el balance de su SF25.
Si se estudian las diferencias que Ferrari le saca a McLaren en el sector 3, es imposible no conectarla también –para hacerse la pregunta- con la condición ligeramente inestable del tren trasero del MCL39 reportado en los entrenamientos de Bahrein. ¿Habrá realmente conexión directa entre ambos episodios?
Se puede quitar carga aerodinámica para ganar la velocidad cuando se afronte la qualy, pero teniendo en cuenta los pronósticos de lluvia para el momento del Grand Prix, suena inconveniente.
La lucha por la pole parece entablada entre los archirrivales. Nunca hay que descartar la aparición de un outsider, sobre todo con el talento de Max Verstappen y lo rápido que suele viajar los sábados George “Mr Saturday” Russell.
Pero podría ocurrir que RedBull apueste todo a la lluvia dominical, para la cual Max siempre tiene más respuestas que sus rivales, y que Mercedes continúe disfrutando, como en 2024, de las ventajas de los climas más frescos y las temperaturas más bajas, como pueden darse el día del GP
