¿Diez carreras son suficientes para analizar una decisión? En este caso, la interna del equipo Red Bull, todo indica que sí.
En los primeros diez Grands Prix de 2024, la escuadra que dirige Christian Horner había acumulado 330 puntos, repartidos de esta manera:
Max Verstappen: 219 puntos (66%)
Sergio Pérez: 111 puntos (33%)
Es pública y notoria la manera en la que fue alejado el piloto mexicano. Su reemplazo, el neocelandés Liam Lawson, se atrevió inclusive a humillarlo en su carrera local, en México. Pero la broma le duró poco y le costó muchísimo.
En los diez primeros Grands Prix de 2025, la cosecha de Red Bull cayó a 162 puntos, menos de la mitad de lo logrado un año antes, y se repartió así:
Max Verstappen: 155 puntos (96%)
Yuki Tsunoda: 7 puntos (4%)
Liam Lawson: 0
Entonces, ¿el problema era Pérez? ¿O es este el momento en el que Horner o el doctor Helmut Marko dicen, “Volvé, Checo, te perdonamos”?
El piloto azteca juega con otra estadística:
En 2021, fue decisivo para que Verstappen ganara su título en Abu Dhabi. Logró el 32% de los puntos del equipo.
En 2022, conquistó el 40 por ciento de los puntos del equipo, y se transformó en el primer piloto en ganar un GP como compañero de Verstappen desde Daniel Ricciardo en 2018. Pierre Gasly, Alex Albon y, ahora, Tsunoda, no alcanzaron ese mérito.
En 2023, el año de la venenosa actualización del GP de España, logró el 33 por ciento, y con ello el subcampeonato. Fue el único torneo de pilotos en el que Red Bull selló el 1-2.
En 2024, pese a toda la presión en contra y a la manera en que cayó su rendimiento, logró números que, comparados con los actuales, son superiores:
Verstappen: 437 puntos (74%)
Pérez: 152 puntos (26%)
Fue el único año en que, medido en puntos, el azteca contribuyó por debajo del 30 por ciento a la campaña del equipo de Milton Keynes. Pero no muy por debajo.
Después de la fuerte decepción que significó ser marginado por Red Bull, que decidió no hacer uso del último año del contrato, Checo sonríe hoy ante la evidencia: “Se tomaron decisiones a causa de la enorme presión que el equipo había generado. Pero sé, de muy buena fuente, que muy en el fondo están arrepentidos”, afirmó en diálogo con Memo Rojas, otro piloto mexicano.
Lo que advierte Pérez es lo que los analistas ven desde hace rato: la segunda butaca del equipo está envenenada porque a Red Bull solo le interesa lo que haga Verstappen. “Eso me lo dijo Christian en la primera charla que tuve con él, en 2020: ‘corremos con dos coches porque es obligatorio, pero si fuera por nosotros solo llevaríamos a Max’”.
Para esa segunda butaca, Red Bull había pensado en octubre pasado a Franco Colapinto, sugiriéndole un rendimiento contra el primer piloto de Williams, Alex Albon, que derivó en los choques del argentino de Interlagos y Las Vegas.
Curiosamente, el piloto de Guadalajara no cree que Red Bull le deba una disculpa por la manera en la que salió. “Este deporte es así. Pero, pese a que me han quedado buenos amigos, solo en un multiverso regresaría allí”. Y sostiene que el RB20 que condujo el año pasado “es el auto que más me incomodó conducir en toda mi campaña de Fórmula 1”.
Para el mexicano (foto superior, con Rojas), eso fue producto de la filosofía que adoptó el equipo para desarrollar sus autos. “Los coches de 2022, 2023 y 2024 iban siempre en la misma dirección”, señaló para objetivar sus dificultades, sugiriendo que esa dirección era la que favorecía el estilo de Verstappen. “Al cabo, Max es un pilotazo, muy pocos saben cómo trabaja realmente”, acotó. “Teníamos un equipazo, pero cuando se va Adrian empezamos a derrumbarnos. Jonathan (Wheatley, ahora en Sauber-Audi) era parte fundamental”.
Pérez lamentó que la prensa especializada que, según él, ejerció una enorme presión para que el equipo lo desplazara, no hace la comparación evidente entre su rendimiento y el que ahora tiene Tsunoda. “La gente puede creer que lo que ocurre hoy me hace feliz, pero no es así”.
Eso, pese a que Checo piensa que el equipo pudo haber hecho algo diferente en el plano personal. “Habría sido muy fácil para ellos protegerme diciendo simplemente ‘tenemos un piloto bajo contrato para los próximos dos años’. Pero no lo hicieron. Entonces, nadie hablaba de otra cosa en Red Bull, carrera tras carrera. Generaron mucha presión en nuestro lado del garage, que nos complicó muchísimo”.
En Abu Dhabi se cerró un ciclo de 90 Grands Prix, con 5 victorias y 29 podios a lo largo de cuatro temporadas. “Pero yo les cobré seis años”, remató el piloto con una carcajada.
Algunas versiones señalan que la rescisión del contrato firmado en mayo de 2024 y que expiraba en diciembre de 2026 le costó al equipo una cifra superior a los 15 millones de dólares.
Separado de Julian Jakobi, el mítico manager de Ayrton Senna, luego de la traumática salida de Red Bull, Pérez negocia con su nuevo representante el retorno a la máxima categoría: “Quiero volver a la Fórmula 1 si llega el proyecto en el que sienta que tengo que estar. Quiero regresar porque mi carrera no puede terminar así”.
Las opciones abiertas son Cadillac, dónde podría ser compañero de Valtteri Bottas, y Alpine, cuyo futuro por ahora es incierto.