Con una sobresaliente conducción, además de ser ayudado por la salida del Safety Car, Nico Hülkenberg volvió a poner a Sauber dentro de los puntos en el Gran Premio de España. El equipo suizo atravesó una larga pausa sin sumar desde la carrera inaugural de la temporada en Melbourne, donde el piloto alemán logró finalizar séptimo bajo la lluvia.
A los seis puntos obtenidos por Hülkenberg en Australia, se le suman los diez que consiguió en Montmeló. Una sorpresa en el Circuito de Barcelona-Catalunya, dado que el piloto alemán largó desde la 15ª posición para finalizar quinto. Con los 16 puntos, Sauber superó a Alpine y Aston Martin en el Campeonato de Constructores.
La eliminación de Hülkenberg en el primer tramo clasificatorio el sábado resultó ser una bendición para el equipo. Con una excelente salida, avanzó varias posiciones. Primero, se escapó con un corte de pista que le permitió ganar terreno, antes de completar un primer stint friccionado con Fernando Alonso (Aston Martin).
Después, durante el segundo stint, el alemán logró alargar los neumáticos medios a más de 30 vueltas y se mantuvo alejado de sus rivales. Finalmente, montó un compuesto blando nuevo, con la salida del Safety Car por la detención del Mercedes de Andrea Kimi Antonelli, que le permitió adelantar a Isack Hadjar (Racing Bulls) y Lewis Hamilton (Ferrari).
«Fue uno de esos domingos en los que todo salió a la perfección. Desde el principio, estuvimos en la pelea: una salida sólida, una primera vuelta limpia, y enseguida pudimos luchar por los puntos. Irónicamente, no tener el mejor sábado y reservar un juego de blandos nos dio una ventaja estratégica con la asignación de neumáticos. El Safety Car alteró un poco las cosas, y tener esos compuestos nuevos resultó ser la clave», declaró Hülkenberg después la carrera.
Su compañero de equipo Gabriel Bortoleto cerró su mejor carrera desde su llegada a la Fórmula 1 al finalizar 12°, lo que demostró que el paquete de mejoras resultó para Sauber en Montmeló. Una estrategia bien ejecutada por ambos coches.
La penalización de diez segundos que recibió Max Verstappen (Red Bull) por chocar de manera deliberada a George Russell (Mercedes) culminó con Hülkenberg consiguiendo el mejor resultado del equipo suizo desde el Gran Premio de Emilia Romagna de 2022, cuando Valtteri Bottas terminó quinto en Imola.