En menos de una semana arranca la temporada 2025 en Melbourne, con el Albert Park como escenario. El Gran Premio de Australia 2005 fue la primera carrera en la que Red Bull Racing se hizo presente en la Fórmula 1. Misma ciudad, mismo circuito, pero veinte años más tarde. El comienzo de un equipo que pareció imbatible.
Un novato Christian Horner, que comenzaba a dar sus primeros pasos como jefe de equipo en la Fórmula 1, junto al ingeniero Adrian Newey, quien confió en el proyecto tras sus pasos por Williams y McLaren, lograron liderar al equipo austriaco a obtener 34 puntos en su primera temporada en la “Máxima”.
Veinte años después, Red Bull cuenta con ocho campeonatos de pilotos y seis de constructores en su haber. Como dijo Horner, “no está tan mal para una empresa de bebidas energéticas”.
No hace falta aclarar que hubo dos pilotos que contribuyeron al éxito de Red Bull: primero Sebastian Vettel y luego Max Verstappen. Cuatro títulos seguidos para cada uno, el alemán de 2010 a 2013 y el neerlandés del 2021 al 2024.
Queda pendiente ver cómo afecta la partida de Newey en el futuro del equipo austriaco: una de las piezas más influyentes e importantes de la Fórmula 1 en los últimos años. Red Bull se convirtió en un claro ejemplo de que mantener una continuidad directiva trae resultados.
