Para llegar desde el famoso Hangar 7, en las afueras de Salzburgo, al villorrio de Zeltweg, hay que recorrer 260 kilómetros. Esta semana, las corbatas de RedBull se trasladarán una corta distancia hasta la Estiria más bucólica porque su equipo de Fórmula 1 corre como local. Pero la fiesta no está asegurada.
Inaugurado como Osterreichring en 1969, a un paso del viejo aeródromo militar de Zeltweg –que aun puede distinguirse en las tomas aéreas, entre prados y vacas- y que fuera escenario del primer GP de Austria en 1964, luego denominado A1-Ring a comienzos de siglo, el RedBullRing recibe al Circo de la F-1 con algunas certezas y, por supuesto, muchas incógnitas. Una de ellas es la situación real del equipo local, encabezado por el campeón mundial Max Verstappen.
Red Bull Ring… where the phrase «flying lap» is taken literally 🇦🇹✈️#F1 || #AustrianGP pic.twitter.com/xgoRUqPjhy
— Oracle Red Bull Racing (@redbullracing) June 22, 2025
Los problemáticos RB21 concebidos por la alineación técnica dirigida por Pierre Wache solo funcionan en las manos del neerlandés. El nipón Yuki Tsunoda, ya está claro, no fue solución para el cargo de ladero. Basta con advertir que de los 162 puntos que el equipo de Christian Horner acumula en la tabla de posiciones de los Constructores, 155 (el 96%) los anotó Verstappen.
Después del fiasco de Liam Lawson y la evidencia que proporciona Tsunoda, esa segunda butaca ya no es codiciada: Isack Hadjar prefiere seguir en Racing Bulls antes que quemarse en la hoguera del RB21, el juvenil Arvid Lindblad puede prometer mucho, pero a nadie se le ocurriría subirlo allí sin experiencia previa.
Mientras tanto, Sergio Pérez se ríe a carcajadas mientras espera volver a la F-1 en 2026. En su última campaña, vilipendiado por la abrupta caída de su rendimiento deportivo, acumuló 152 puntos, el 26 por ciento de los puntos del RBR, un porcentaje como segundo piloto muy superior al actual (4%).
Como sea, apelando a todos sus mejores trucos conductivos, Verstappen aprovechó todo lo que pudo la modesta actuación de McLaren en Canadá para descontar ventaja, pero sin embargo está a 43 puntos del líder Oscar Piastri. Básicamente, dos carreras de distancia. Y el campeonato 2025 está por cruzar el Ecuador. Si el RB21 no experimenta alguna mejora pronta, la pelea se diluirá irremediablemente.
Desde el arranque del torneo, el RB21 tuvo un solo upgrade, en Imola, cuatro competencias atrás. El equipo vivió más pendiente del factor humano –el segundo piloto más la fuga de talentos rumbo a otros equipos, que no cesa desde hace un par de años- que de la innovación técnica. El coche solo puede ser mejor que el Mercedes W16 o la Ferrari SF25 solo si Verstappen se inspira en un Grand Prix.
RedBull tiene lista, en principio, una serie de modificaciones para su coche, incluidas modificaciones en el piso, alerones y suspensiones delanteras. Sin embargo, no está claro que esas mejoras se incorporen este fin de semana. Algunas versiones sugieren que son más apropiadas para la próxima carrera, en Silverstone (Inglaterra) que para esta de Austria. Habrá que verlo.
En cualquier caso, esta presentación como local supone buenas y malas. Entre las primeras, un circuito sin tanta demanda para la tracción, uno de los puntos débiles del coche; entre las segundas, un pronóstico que sugiere una importante ola de calor y, por lo tanto, un escenario que deja muy bien parado al equipo McLaren, una de cuyas fortalezas más importantes es el tratamiento que brinda a sus cubiertas traseras. El antecedente más cercano es Barcelona: 1-2 para Woking, a comienzos de junio, bajo un calor espantoso.
El RedBullRing recibirá como todos los años al Ejército Naranja, una oleada de hinchas de Verstappen que viajan en micro unos 1.100 kilómetros desde su país, en una inteligente operación comercial montada por Raymond Vermeulen, el manager del campeón mundial. Allí lo vieron ganar en cuatro oportunidades entre 2018 y 2023.
Pole ✅
Fastest Lap ✅
Win ✅Max in full flow in 2023 😮💨#F1 || #AustrianGP 🇦🇹pic.twitter.com/n0Ry107liS
— Oracle Red Bull Racing (@redbullracing) June 23, 2025
A esos 5 o 10 mil fanáticos vestidos de naranja hay que ofrecerles el mejor plato para mantenerlos atraídos. Eso puede motorizar el deseo de Verstappen de contar con esas mejoras ya para esta carrera.
Ese deseo no es exclusivo: Herr Doktor Helmut Marko tanto como Horner pretenden retener a cualquier costo a Verstappen, a quien le repica en el oído un susurro seductor, el de Toto Wolff. El paso obvio para lograr ese objetivo es darle al campeón un auto más competitivo para pelear contra los McLaren. Pero ello puede ocurrir este fin de semana, o el que sigue en Silverstone. Una vez más: habrá que verlo.