BERGER DUDA DEL INSTINTO ASESINO DE MEKIES

El expiloto austriaco abre un interrogante sobre la capacidad y ferocidad de mando que tiene el flamante director deportivo de Red Bull. Habla con la experiencia de haber compartido trabajos en otros equipos.

Se habla bastante del instinto asesino de los pilotos. Muchos lo consideran un factor clave para las conquistas de triunfos y campeonatos. Es una realidad, más allá de lo dura y antipática que suenan esas palabras. Ejemplos abundan. Michael Schumacher, Piquet, Mansell, Senna, Hamilton, Verstappen, por citar los más cercanos.

Menos se observa en este punto a los directores de equipos. Tal vez por su menor exposición, aunque también algunos muestran esa faceta, no tanto con acciones en la pista, porque no son pilotos, sino con sus decisiones sobre el funcionamiento de los equipos y otros movimientos deportivos y comerciales. Entre otros, Bernie Ecclestone, en sus tiempos de Brabham, Ron Dennis y Frank Williams pueden entrar en ese rubro.

De los actuales, ¿en qué lugar poner a Christian Horner, el recientemente desplazado de Red Bull tras dos décadas? Según la visión de alguien que lo conoce bastante, como Gerhard Berger, está en un punto alto. Lo probó al opinar sobre su sucesor, Laurent Mekies, y dudar sobre si el francés tendrá la misma actitud que su antecesor.

“He trabajado con Laurent en el pasado. Estuvo conmigo en Ferrari, trabajé con él en Toro Rosso y también en la FIA, Tiene un buen estilo y conoce muy bien la Fórmula 1, tras haber ocupado diversos puestos”, comenta el austríaco, uno de los primeros pilotos en contar con el patrocinio de la empresa Red Bull.

El tono de los comentarios de Berger se pone más dubitativo al hablar sobre el trabajo y las decisiones que le esperan a Mekies en un equipo Red Bull todavía conmocionado por la salida de Horner. Entre esas decisiones, además de encaminar el rumbo deportivo, se encuentran las de definir sus pilotos para el 2026. Un tema que enfrenta las inciertas continuidades, por distintos motivos, de Max Verstappen y Yuki Tsunoda.

“Está por verse si Laurent tiene el instinto asesino que se necesita en un equipo tan grande cuando se está al frente”, plantea Berger, antes de renovar su confianza en Mekies y considerar que entre todas las posibles, “su elección fue una buena solución para Red Bull Racing”.

Mientras tanto, Horner busca definir su futuro sin abandonar la Fórmula 1. Descartada su llegada a Audi, está a la espera del cobro de su indemnización de Red Bull, que, según versiones, rondaría entre los 50 y 125 millones de euros. Le alcanza y sobra para poner un maxikiosco, pero Christian tiene otros planes: asociarse con Flavio Briatore y Bernie Ecclestone para comprar Alpine.

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