El Gran Premio de Italia dejó frustrado a Yuki Tsunoda, luego de que Liam Lawson intentara superarlo y ese movimiento terminó en contacto entre ambos monoplazas. Si bien ambos pilotos lograron evitar un choque de mayor magnitud, ese toque le costó caro al japonés.
Luego de lo ocurrido, Tsunoda tuvo daños en el piso de su coche, lo que comprometió su rendimiento. Desde ese momento comenzó a perder ritmo y quedó sin la oportunidad de pelear por puntos. Finalizó la carrera en la decimotercera posición, lejos de lo esperado, ya que había clasificado dentro del top 10.
“Es muy frustrante, para ser honesto”, confesó, al terminar la carrera. “El primer stint estuvo bien, y en el segundo me distraje con un tipo que ni siquiera estaba luchando por los puntos. Recibí tanto daño que reduje la velocidad lo suficiente como para no poder tener ritmo. Estaba peleando por sumar y fue un movimiento muy innecesario de Lawson. No sé qué decir”.
El japonés comentó sobre Lawson y la competencia por el segundo asiento de Red Bull: “Sabemos que es un piloto agresivo, y no creo que eso sea malo, pero siempre hay una línea que no podemos cruzar. Especialmente cuando estamos bajo el mismo techo. Con su posición, sabemos que el asiento probablemente tiene una competencia muy alta para asegurarlo, más que en cualquier otro lugar. Pero siempre debe haber respeto. Es una pena”.
Por su parte, el neozelandés se defendió, a pesar de reconocer que estuvo al límite. “Me pasó, traté de devolverle la maniobra y me apretó en la frenada. Ambos nos fuimos, así que devolví la posición, pero estaba al borde de la pista, fue muy justo”, explicó.
Para Lawson todo el fin de semana fue frustrante: en la clasificación cometió un error y le costó salir al fondo de la parrilla; en carrera el equipo quiso arriesgar con una estrategia agresiva, pero no funcionó y perdieron mucho tiempo detrás de los coches que tenían neumáticos nuevos.
