Hace unas semanas, Max Verstappen sorprendió al participar de una prueba de la categoría GT3 bajo el seudónimo de Franz Hermann. Al volante del Ferrari 296 GT3 de su equipo, el neerlandés logró darse el gusto de girar en el legendario trazado alemán conocido como “Infierno Verde”. Experiencia que el piloto de Red Bull catalogó como única.
Ubicado en Alemania, Nordschleife es la versión extendida del histórico Circuito de Nürburgring, que albergó varias carreras de la Fórmula 1 a lo largo de su historia, pero que dejó de recibirla en 1976 debido a su peligrosidad. Una decisión tomada tras el impactante accidente de Niki Lauda, quien chocó contra las barreras, perdió su casco y quedó atrapado en medio de las llamas de su Ferrari, del que milagrosamente salió con vida.
Desde entonces, la máxima categoría sólo compitió en la versión moderna del trazado, inaugurada en 1984, conocida como GP-Strecke, mientras que alternó con Hockenheim para recibir el Gran Premio de Alemania. Durante una entrevista realizada con la revista Formule 1, Verstappen descartó de manera categórica la posibilidad de que Nordschleife vuelva a integrar el calendario de la Fórmula 1 en un futuro.
«Me temo que esto no ocurrirá con los coches de Fórmula 1 que tenemos ahora», explicó el piloto neerlandés. «Con la velocidad del GT3, está bien y aún es factible. He visto películas antiguas de Fórmula 1 en el Nordschleife de vez en cuando. Una cosa es segura: la F1 nunca volverá allí. Es demasiado peligroso», sentenció.
