SPA-FRANCORCHAMPS: CÓMO NACIÓ ALLÍ EL PILOTO QUE SE ADUEÑARÍA DE LA FÓRMULA 1

Cuando Max Emilian Verstappen pisó Spa-Francorchamps el 20 de junio de 2014, tenía 16 años y nueve meses. Su propósito era competir en la quinta fecha del Europeo de Fórmula 3, que por entonces dominaba un jovencito normando, Esteban Ocon, apenas un año mayor que el niño Max.

Ocon competía para el equipo más fuerte de la categoría, el Prema Powerteam del italiano René Rosin, y había sido puesto allí por su manager, el austríaco Toto Wolff, que lo seguía de cerca pese a los dolores de cabeza que le daban, en otro plano, Lewis Hamilton y Nico Rosberg disputando el título mundial de Fórmula 1 con los primeros Mercedes híbridos.

A causa de su escasez presupuestaria, Verstappen tenía que conformarse con correr un auto del equipo Van Amersfoort, que conducía un compatriota suyo. En las doce carreras previas a las tres de Spa, Max había ganado solo una, en Hockenheim; Ocon, en cambio, había vencido en cinco –la mitad menos una- y lideraba cómodamente el torneo.

Por eso sorprendió tanto que, aunque el francés marcara la pole-position, fuera Verstappen quien conquistara las tres victorias del fin de semana. Ocon abandonó la primera carrera, pero luego fue segundo en las otras dos, superado por el neerlandés.

Extraordinario, porque solo hacía cuatro meses que Verstappen corría automóviles: había debutado en febrero en un torneo corto en la Florida, la Winter Series, con un Tatuus FA010-Fiat, contra jóvenes pilotos como Nicholas LatifiLance Stroll, la colombiana Tatiana Calderón, y dos representantes de la Academia FerrariAntonio Fuoco y Raffaele Marciello. Fuoco y Latifi ganaron cuatro carreras cada uno, Calderón logró un triunfo y Max se impuso recién en la última de las doce carreras.

Cuatro meses después nadie le podía tocar siquiera un pelo en un circuito tan desafiante como Spa-Francorchamps: “Las tres carreras estuvieron muy reñidas y no fue fácil ganar. Desde el comienzo de la temporada he tenido algunos problemas técnicos; también he cometido algunos errores, pero estoy adquiriendo experiencia. Hoy, nuestro paquete fue muy competitivo y creo que aún podemos hacerlo bastante bien en el campeonato”.

Ya era un auténtico Verstappen“Max se arriesgó un poco, yo no puedo, pienso en el campeonato”, argumentó entonces Ocon. “Nos conocemos desde hace mucho tiempo, así que sé qué límites no debo cruzar con él cuando está en modo de riesgo total. Hizo un gran adelantamiento para arrebatarme el primer puesto, pero sinceramente, si no le hubiera dado un poco de espacio, habríamos chocado”.

Ese mismo fin de semana, la Fórmula 1 disputaba el Grand Prix de Austria, de manera que Wolff no siguió de cerca la actuación de Ocon, aunque sí se sorprendió con la tripleta de Max porque, por entonces, creía que era menos material para Campeón Mundial (“world champion material”, como dicen los ingleses) que su pupilo.

Tampoco estaba allí Helmut Marko, quien ya había conversado en un par de oportunidades con Max y su padre Jos. En Austria, el descubridor de jóvenes talentos estaba más ocupado en la paliza que su más reciente incorporación, Daniel Ricciardo, le estaba propinando a su campeón Sebastian Vettel.

Quien sí estaba presente en Spa era Luca Baldiserri, el titular de la Academia Ferrari, siguiendo a Fuoco. El piloto italiano protagonizó un pálido fin de semana, y Baldiserri, que había visto cada una de las competencias de la Winter Series, quedó impresionado con la actuación de Verstappen en Spa-Francorchamps.

Ese fin de semana, el plato fuerte en el circuito belga era el Mundial de Turismo (WTCC), animado por la fortísima lucha interna en el equipo Citroen, entre el francés Yvan Muller y el argentino José María López. Ganaron una carrera cada uno, pero el cordobés se mantuvo en la vanguardia del certamen. En 2025, Muller compite esporádicamente en la NASCAR Euroseries mientras que López pelea el título de la clase LMGT3 en el Mundial de Endurance.

Volvemos a 2014. Quien más velozmente se movió fue Marko. Había recibido un reporte detallado de lo ocurrido en Spa: en la primera carrera, tras el abandono de Ocon, el segundo lugar detrás de Verstappen lo ocupó Lucas Auer, el sobrino de Gerhard Berger, ambos austríacos como Marko. Información de primera mano.

El fin de semana siguiente, la F-3 volvía a competir, en el famoso trazado de Norisring, en Nuremberg. La F-1 tenía fecha libre. De manera que el cazador de talentos se trasladó a Alemania, para comprobar el grado de veracidad de lo que le habían contado.

En el callejero, con un clima cambiante, Max marcó la pole, y ganó las tres competencias sin olvidarse de señalar el record de vuelta en cada una. Marko contó más tarde que con la segunda victoria se había convencido.

Conversó con otro austríaco, Franz Tost, el Team Principal del equipo Toro Rosso, que estuvo de acuerdo. Luego telefoneó a Jos. El neerlandés estaba a la búsqueda de presupuesto para que su hijo compitiera en 2015 en GP2.

Olvidate de eso, vamos a hacer Fórmula 1-lo cortó Marko.

El teléfono permaneció en silencio durante un minuto exacto. Jos había quedado estupefacto. Al cortar, llamó a su exmujer, Sophie, la madre de Max. Siendo el chico menor, necesitaba su consentimiento para avanzar.

Comportate –le dijo ella cuando él le contó- Dejá de decir pavadas. ¿Cómo que Fórmula 1?

Max volvió a pisar Spa-Francorchamps a fines de agosto de 2014, nueve semanas después de su exhibición con el F-3 del Van Amersfoort Racing. Todavía no había cmplido los 17 años. Pero ya era piloto de Fórmula 1: diez días antes se había filtrado la noticia de que, a partir de 2015, correría para Toro Rosso.

Desde entonces, neerlandés pero nacido en Hasselt (Bélgica), Verstappen conquistó el Grand Prix de Bélgica en tres ocasiones, en 2021, 2022 y 2023, tantas como en aquel fin de semana de Fórmula 3; además, logró dos terceros puestos en 2018 y 2020, y un cuarto lugar en 2024, la última vez que corrió allí. En el año de su debut, en 2015, finalizó octavo. No fue campeón de F-3 en 2014 –el título se lo quedó Ocon, finalmente- pero a juzgar por los resultados, le ha ido un poco mejor que a su rival de entonces.

Y, por supuesto, en Spa-Francorchamps es local y la masa se lo hace saber…

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