Con solo 20 años, Ollie Bearman completó su primera temporada en la Fórmula 1. Luego de tener un complejo comienzo de temporada, reconoció que el parón de verano fue un momento clave en su manera de encarar cada fin de semana de carrera.
«Desde las vacaciones de verano, intenté estructurar un poco más mis fines de semana», dijo Bearman. «A menudo pasaba mucho tiempo. También se debe a que el coche es más rápido. Antes del parón veraniego, cuando sabemos que estamos así para estar incluso fuera de la Q1, me pasaba todo el tiempo centrado en cómo puedo mejorar mi pilotaje, cómo puedo mejorar la puesta a punto del coche para encontrar esa media décima», agregó.
Desde ese momento, el joven piloto decidió cambiar su actitud y comenzar a darle mayor importancia a la preparación mental antes de salir a pista: «No pasar mucho tiempo pensando en dónde tengo la cabeza antes de subirme al coche y fijarme objetivos para cada sesión. Ahora me aseguro de que media hora antes de la sesión dejó de trabajar en la puesta a punto y en la conducción y en todas esas cosas y me centro en mi parte mental. Me ha resultado muy útil».
A pesar de los resultados, Bearman defendió su rendimiento en la primera mitad del campeonato. «En la primera mitad de la temporada terminé P11 cuatro o cinco carreras seguidas, así que no es que estuviera haciendo un trabajo terrible».
Aunque reconoció que los errores cometidos y su irregularidad en obtener resultados fue parte del proceso para mejorar. «Definitivamente hubo una falta de consistencia, pero la única forma de saber qué hacer es cometiendo esos errores. Es fácil decir que podría volver atrás y poner ese proceso, pero ese soy yo siendo un piloto de segundo año», añadió .
El británico explicó que necesitó explorar todo el monoplaza para poder así entenderlo y mimetizarse con el para así cumplir la primera etapa del proceso. «Esa es la diferencia real. Hay un montón de cambios que habría hecho, un montón de diferencias que habría hecho a lo que hice, pero ¿cómo puedo hacer eso sin el conocimiento de lo que funciona y lo que no. La primera mitad de la temporada es puramente exploratoria y tiene que ser así porque tienes que encontrar lo que te funciona y lo que no».
Por otra parte, habló sobre lo distinto que es competir en la Fórmula 1 respecto a otras categorías. «La F1 es un deporte muy diferente a lo que estuve haciendo el resto de mi vida. Definitivamente habría cambiado cosas, pero no es tan fácil como saberlo. Tienes que cometer errores para aprender de ellos y esa ha sido realmente la historia de la temporada».
Al momento de realizar una autoevaluación, el piloto estuvo conforme con su presente y fue consciente de todo lo que aún le queda por aprender. «Estoy contento», afirma. «Eso no quiere decir que sea un piloto perfecto y pulido, porque todavía tengo mucho que aprender y soy consciente de ello».
«Pero creo que ser consciente de ello también es muy importante. Creo que estoy en un buen momento. El tipo de estructura que he añadido a mis fines de semana ha funcionado de verdad. Creo que encontré algo de impulso y ritmo. Creo que el ritmo es algo muy poderoso en este deporte. No es sólo una cosa lo que cambió», culminó.





