Lando Norris tuvo en Interlagos un fin de semana perfecto, pero aun así, se marchó preocupado. «Es una gran victoria, pero, sinceramente, viendo lo rápido que fue Max (Verstappen), me decepciona bastante que no hayamos sido más rápidos. Obviamente, queda poco camino por recorrer, pero las cosas pueden cambiar muy rápido, como ya hemos visto».
El inglés consolidó su imagen de favorito en el Mundial, con 24 puntos de ventaja sobre su compañero Oscar Piastri y 49 sobre el piloto de Red Bull, cuando quedan 83 en juego, pero mostró signos de preocupación: «No diría que el ritmo fue tan bueno como me hubiera gustado, así que hay algunas cosas que revisar».
Norris intentó disimular esa intranquilidad: «¡Somos pilotos, así que siempre nos vamos a quejar de algo!», acotó. Pero aprovechó para señalar lo que cree fueron debilidades: «El equilibrio del coche fue complicado. Seguro que los demás pilotos opinan igual. Pero es un aspecto realista a tener en cuenta. El fin de semana pasado (en México), cuando estaba más contento con el equilibrio del coche, ganamos por 30 segundos. Este fin de semana, solo ganamos por 10 segundos y Max nos pisaba los talones. Así que sí, el ritmo no era el esperado. Ganar por 10 segundos… sé que suena tonto, pero sí, queríamos un poco más. Tuve que luchar mucho con el coche para ganar por esos 10 segundos. Fue un poco más complicado de lo que me hubiera gustado».
Con esos dos triunfos de manual, en México y Brasil, Norris igualó la cantidad de triunfos en el año de su compañero Piastri, siete cada uno, pero no siente que haya sido un punto de inflexión en el campeonato. «No creo que ninguno de los dos triunfos lo sea. Son simplemente buenos resultados, que es justo lo que necesito, justo por lo que lucho cada fin de semana y cada día. Así que estoy muy contento, pero aún queda mucho camino por recorrer. Por lo tanto, no tiene sentido alegrarse demasiado ni emocionarse demasiado todavía».
Es evidente que, pese a su inquietud, este no es el Norris del arranque de año, emocionalmente más frágil. El sábado, tras ganar el Sprint, reconoció su mejoría en ese aspecto: «Al principio de la temporada tenía puntos débiles, y siento que, digamos, todavía tengo algunos, pero los he reducido. Ya no es una décima de segundo, sino dos centésimas. Cuando logró combinar lo bueno con lo malo, todo sale muy bien».
Para muchos, la suerte del torneo está echada: es Lando quien lo ganará o lo perderá. Pero el piloto de McLaren sabe que tiene por delante una de las citas más delicadas del calendario, el Grand Prix de Las Vegas, un circuito en el que los autos papaya nunca funcionaron bien. «Creo que fue nuestra peor carrera el año pasado. Así que no tengo muchas ganas de que llegue», reconoció.
«Obviamente, hemos mejorado muchas cosas este año, así que no voy a ser demasiado negativo al respecto», repuso. «Sabemos que Abu Dhabi y Qatar son carreras que nos ilusionan. Las Vegas un poco menos, porque probablemente han sido algunas de nuestras carreras más flojas en los últimos dos años».





