Cuando Bruce McLaren introdujo sus propias máquinas en la Fórmula 1 de los ’60, después de haber hecho el aprendizaje en un suburbio londinense con John Cooper, el color adoptado fue el naranja. Con esa tonalidad venció en el Grand Prix de Bélgica de 1968.
Pero el color de los sponsors predominó en la década del ’70, especialmente con la famosa tabacalera que mezcló el rojo y el blanco. Esa decoración duró casi 20 años, hasta que Ron Dennis impuso el gris plateado, en deferencia a Mercedes, el proveedor de los motores, pero, en realidad, una tonalidad opaca que representaba mejor su obsesiva personalidad.
Luego, en la última sociedad con Honda, en la Era Híbrida, fue al extremo de adoptar el negro.
Cómo se sabe, el reinado de Dennis duró más de treinta años, desde 1980 hasta entrada la década del ’10 en el nuevo siglo. La disputa a muerte con su socio Mansour Ojjeh condujo a la llegada de Zakary Challen “Zak” Brown, que venía precisamente del mundo del marketing. Su agencia de sponsorización JMI había generado lucrativos acuerdos para la Fórmula 1 que conducía Bernie Ecclestone, y Dennis lo quería para sí.
Al cabo, Brown fue ungido como CEO: su década ha sido de recuperación, y McLaren, que terminó anteúltima el torneo de Constructores de 2015, ganó el de 2024 y lo hará también en 2025.
Una de las primeras medidas que tomó Brown fue recuperar el naranja para sus coches. Y la determinación llegó por una razón por lo menos curiosa.
“Eran tiempos dramáticos. Lo sé porque estuve allí”, cuenta Brown en el libro de Alex Kalinauckas sobre la historia reciente del equipo. “Yo tomé la decisión de cambiar el color porque el auto era negro, no éramos un equipo muy inclusivo, no era sencillo acercársenos. Éramos Darth Vader y yo quería que fuéramos Luke Skywalker”, explica en referencia a los dos protagonistas principales de la saga de la Guerra de las Galaxias (foto inferior). “En ese día, en esta época, yo quería un equipo más cálido, más inclusivo, amistoso, que con el que los fanáticos pudieran identificarse”. La resistencia de Dennis al cambio fue masiva, pero Ojjeh apoyó a Brown.
Desde 2017, los McLaren han vuelto al papaya original, como había elegido Bruce McLaren. Brown posee un M8D (foto inferior), similar al coche con el que el neocelandés perdió la vida en Goodwood en 1970, de color original. Esa era la tonalidad que quería para los coches de su equipo. Porque no quería que McLaren fuera el Príncipe de las Tinieblas.
Claro que no fue ese cambio de color el responsable de tan impresionante vuelco. Brown señala que, desde su llegada, el equipo multiplicó por 10 el apoyo en patrocinantes. “Con un equipo más feliz y más dinero entrando, los resultados tenían que llegar”, explica.