Max Verstappen marcó no una sino dos vueltas de pole-position para la carrera que definirá el título de 2025, el Grand Prix de Abu Dhabi. Está fuertísimo en Yas Marina aunque, si el resultado de la clasificación se mantiene hasta la bandera a cuadros, será Lando Norris quien finalmente se consagre. Sin embargo, algunas dudas se plantean para los últimos 300 kilómetros de actividad de la Fórmula 1 en el año como para que el piloto de McLaren pueda sentirse totalmente seguro.
Después de perder con su compañero Oscar Piastri tanto en Q1 como en Q2, Norris prevaleció sobre el australiano en la última vuelta de la Q3 para ganarse un lugar en primera fila. Partirá junto a Verstappen: podría intentar ganarle la posición de privilegio en el pique; pero también, ese segundo lugar lo deja más expuesto ante el pelotón en la difícil curva inicial de 90°, allí dónde en 2024 se tocaron el segundo y el tercero, precisamente Verstappen y Piastri.
Teniendo en cuenta toda la actividad de viernes y sábado, el campeón hizo un trabajo muy sólido, escondiendo al principio: en su mejor vuelta de FP2 cruzó la línea de sentencia 10 km/h más lento de como había arrancado el giro. No perdió mucha diferencia en el Sector 3, el fuerte de McLaren y su RedBull RB21 es al menos 2 km/h más veloz en línea recta que los McLaren (en la frenada de la chicana le llevaba medio segundo a Norris), o 5 km/h según mostraron las tandas: si pica en punta tiene todas las chances de quedarse con la octava victoria del año. No controla todas las variables, de todas formas.
A little bit of magic from Max ✨
Ride onboard with the Red Bull driver as he storms to pole 🤩#F1 #AbuDhabiGP @pirellisport pic.twitter.com/cMktX4XmcE
— Formula 1 (@F1) December 6, 2025
El viernes apareció un fantasma: poco grip en una pista parcialmente reasfaltada, que no mostraba la evolución prevista porque no se engomaba lo suficiente. Verstappen bajó la marca de la pole de 2024 (1m22s207 contra 1m22s595), lo cual permite suponer que la evolución se produjo, pero Pirelli advirtió que en esas condiciones de bajo grip -que siempre perjudican más a Piastri que a sus dos rivales por el título-, podría producirse graining durante la carrera, lo que causaría una alteración de las estrategias: quizás sean necesarias dos detenciones, en lugar de la única estimada. Así se abren dos posibilidades:
- Verstappen hace un ritmo de carrera lento, para apretar el pelotón y permitir que otros rivales (Russell o Leclerc, que largan cuarto y qunto, respectivamente) puedan asediar a los McLaren; de hecho, mientras Norris y Piastri correrán cada uno por su cuenta, el campeón cuenta con dos posibles asistentes, su compañero Yuki Tsunoda (que larga décimo) y su futuro compañero Isack Hadjar (que parte noveno) para tratar de enredar a los McLaren quedándose en pista una vez que se inicie la ronda de paradas.
- Por el contrario, aprovechando su velocidad punta, Verstappen le imprime ritmo a la carrera, para acelerar el graining (dado que los Mclaren son más propensos a ello que el RedBull) y generar desconcierto en los rivales, que podrían perder lugares con Russell (no tanto con Leclerc, ya que la Ferrari sufre esa condición tanto como los coches papaya). Un graining elevado supondría la obligatoriedad de una segunda parada; McLaren viene de protagonizar un fuerte papelón estratégico en Qatar y pueden aparecer dudas en la ejecución de las detenciones.
La teoría señala que la carrera ideal de Norris supone pasar la primera curva y mantener a la vista a Verstappen. El segundo lugar le asegura la consagración. Para eso deberá mantener y demostrar nervios de acero: según el excampeón mundial Damon Hill, en la clasificación mostró fisuras en ese sentido.
Piastri aparece como el menos favorecido, especialmente si la pista se enfría y el grip no es el ideal. En ese caso, estaría detrás de Norris y las Papaya Rules se mantendrían como a lo largo de la temporada, sin necesidad de quebrarlas para impartir órdenes de equipo.
Nada está dicho: la competencia puede resultar lineal y eso derivará en la lógica consagración de Norris. Pero esta F-1 versión 2025 ya demostró que todo lo que no puede ocurrir tiene buenas chances de hacerlo.
