El olvidado récord de un argentino

Dicen que las plusmarcas están para ser batidas. La estadística de la Fórmula 1 demuestra que algunas duran apenas un par de Grandes Premios, y otras parecen grabadas a perpetuidad. Una muy poco conocida, que pertenece a este último grupo, está en poder de un compatriota de Fangio y vale la pena sacarla a la luz.

Para los grandes libros de las gestas épicas del automovilismo, no es lo mismo ganar una carrera largando desde la “pole position” que hacerlo desde el fondo de la grilla. Superar máquinas en pos del triunfo final y poder corporizarlo, suele aumentar el relieve de éste, aunque deportivamente tenga el mismo valor numérico que uno obtenido de punta a punta. Pero no siempre esas fabulosas escaladas acaban siendo celebradas en el principal escalón de las gradas de premiación. Por ejemplo, la más grande que recuerda la Fórmula 1 ni siquiera terminó con su autor en el podio. Eso sí: fue obra de un argentino.

Si descartamos las once ediciones de las 500 Millas de Indianápolis, que, entre 1950 y 1960, formaron parte del Mundial de Conductores (aunque el desarrollo de esas carreras no guardaba relación alguna con las máquinas ni con los pilotos ni con los reglamentos de la F1 de entonces), encontraremos que un piloto “criollo” es el dueño del mayor avance de posiciones de la historia. Se trata de Roberto “Bitito” Mieres, un “gentleman” porteño de la época dorada de los ’50, que despuntaba el vicio del automovilismo y el yachting, y quien cumplió una hazaña hasta ahora estadísticamente inalcanzable, que mantiene nada menos que una vigencia de 71 años.

El Gran Premio de Gran Bretaña de 1954 tuvo un protagonismo inusual de los argentinos. Lo más relevante fue que José Froilán González, sobre una Ferrari 625, lograba su segundo éxito en la F1, y que Onofre Marimón también llegaba al podio, con un destacado tercer puesto, por delante de otro compatriota, nada menos que Juan Manuel Fangio. Sin embargo, a tres giros del triunfador, Mieres, tripulando la Maserati número 4, recibía la bandera a cuadros en el 6° lugar. Probablemente, pocos hayan reparado en ello en ese momento, pero lo había logrado después de partir desde el 32° cajón de la grilla, lo que venía a representar un ascenso de 26 posiciones, algo que, ni antes ni después, se vería en una carrera puntuable de la categoría más importante del planeta.

Y si bien ese récord ha permanecido inalterable hasta hoy, el hecho de que actualmente haya menos autos en una parrilla de salida nos garantiza que la marca registrada por “Bitito” se sostendrá en su sitio por varios años más. De hecho, en Abu Dhabi 2012, Sebastián Vettel, con un Red Bull-Renault, fue el protagonista de la escalada más grande del Siglo XXI, partiendo último y llegando tercero. Pero claro, ya eran otros tiempos y, para entonces, “partir último” significaba hacerlo desde el 24° puesto.

Como se puede deducir, de estos registros, muchas veces olvidados, también se nutre el maravilloso mundo de la Fórmula 1.