¿Cómo fue que el equipo campeón de la Fórmula 1 no pudo advertir la obviedad que los nueve equipos restantes dieron por descontada? «Había tal ventaja en parar bajo un safety-car cuando eran obligatorias dos paradas que, para nosotros, era clarísimo que había que hacerlo», explicó Hannah Schmitz, la estratega jefe de Red Bull, que guió a Max Verstappen hacia una inesperada victoria en el Grand Prix de Qatar.
En apariencia, fueron las controvertidas Papaya Rules las que empujaron a McLaren a tomar la decisión de no detener a ninguno de sus pilotos durante la neutralización. Tener que parar a ambos pilotos uno detrás de otro («double stack») habría perjudicado a uno de ellos: esa fue probablemente la consecuencia que quisieron evitar.
«Pensamos que no todos los coches iban a detenerse», admitió, en su mar de explicaciones, Andrea Stella, el Team Principal de McLaren. Ceder posición en pista, en un trazado en el que, como se vio, es muy difícil superar autos, forma parte de esa lógica.
¿Cómo hubiera sido el escenario alternativo? Oscar Piastri y Lando Norris se detienen en la vuelta 7, Verstappen lo hace entre ellos. El australiano, primero en la fila, sale de boxes sin perder ese lugar, lo mismo ocurre con Verstappen. Pero Norris, que ha debido esperar dos o tres segundos a que Piastri libere el lugar, se encuentra con que, al estar listo para salir, debe continuar aguardando: como el de McLaren es el primer box en el pitlane, sus mecánicos no pueden liberar su salida porque otros coches van entrando. Eso fue lo que ocurrió con Kimi Antonelli: el equipo no lo liberó porque se acercaba Isack Hadjar, y así perdió la posición con Carlos Sainz.
Resultado: Piastri se mantiene primero, en aire limpio, pero Norris pierde al menos cuatro posiciones y deberá lidiar el resto de la carrera en el tráfico. El líder del torneo habría perdido mucho terreno respecto de su compañero de equipo. Eso habría sido contrario al espíritu de las Papaya Rules.
Oscar P2 & Lando P4 in Qatar. No excuses, we got it wrong today and take full responsibility as we could have won that race with both drivers on the podium. Both drivers deserved more. Oscar was dominant all weekend. Time to debrief, reset, and come back stronger in Abu Dhabi. pic.twitter.com/IoeAXz6lLj
— Zak Brown (@ZBrownCEO) November 30, 2025
¿Ese fue el razonamiento que llevó a McLaren a cometer el tremendo error estratégico, que nadie más cometió, y entregar la victoria? En definitiva, la decisión de no parar significó regalarle una detención gratuita (por la obligatoriedad de las dos paradas) a su máximo rival.
Ya se han presentado aquí suficientes evidencias de que la aparente neutralidad de McLaren hacia sus pilotos no es tal. El analista de la BBC, Andrew Benson, con más de 30 años en el paddock de la Fórmula 1, escribió un párrafo revelador en su estudio de lo sucedido en Qatar:
«Los rivales intuían que algo más podría estar ocurriendo, algo basado en la forma en que McLaren ha operado esta temporada, al intentar ser absolutamente justo con ambos pilotos«, anotó. «Algunos en boxes huelen una conspiración. Un buen número de expertos de la F1 creen que McLaren favorece a Norris este año, pero no quieren admitirlo públicamente».
En definitiva, el principal perjudicado por el error fue Piastri, el piloto más veloz de todo el fin de semana en Qatar. Verstappen nunca fue más rápido que el australiano a lo largo del Grand Prix, como muestra el gráfico:
Verstappen no tenía cómo, en condiciones normales, vencer a Piastri. El rendimiento en pista indicaba una victoria del australiano, que, en cambio, terminó segundo; perdió siete puntos allí. Norris, que iba camino al tercer lugar después de una largada muy responsable, acabó cuarto gracias al despiste de Antonelli en la anteúltima vuelta. Perdió solo tres puntos. «Esto me duele más que la desclasificación en Las Vegas. Allí perdí un cuarto puesto. Aquí siento que perdí una victoria», admitió Piastri, que llega tercero a la definición en Abu Dhabi.
«No sé qué son las Papaya Rules, pero me gustan», se mofó Verstappen. Una semana atrás, Zak Brown, el CEO de Mclaren, lo había comparado «a aquel tipo de la película de terror, ese que cuando vos creés que ya no vuelve, ¡vuelve!».
«Díganle que me llame Chucky», fue el mensaje del campeón en la conferencia posterior al Grand Prix.





