EL ENIGMA RED BULL

La certeza es que el flamante RB21 no está adelante en la grilla 2025, pero la sensación es que tampoco estará tan atrás como se pronostica.

La certeza es que el flamante RB21 no está adelante en la grilla 2025, pero la sensación es que tampoco estará tan atrás como se pronostica.

Entre los pocos datos validados como ciertos al cabo de las pruebas que la Fórmula 1 llevó adelante en Bahrein como antesala del certamen 2025, quedó la evidencia de que el RedBull no es, a diferencia de lo ocurrido en temporadas pasadas, el mejor coche.

¡Chocolate por la noticia! Tampoco el antecesor de este flamante RB21, el atribulado RB20, había acabado el 2024 como el auto más rápido y competitivo. La dinámica de la temporada, de la que la retirada de Adrian Newey de las huestes de Milton Keynes resultó un factor trascendente, de alguna manera se lo llevó puesto.

Entonces, pretender ahora que el mismo equipo técnico, liderado por el francés Pierre Wache y el italiano Enrico Balbo, pudieran haber solucionado lo que ellos mismos dejaron descomponer, parece ciertamente presuntuoso.

Ese sería un razonamiento lineal para explicar la situación actual del equipo que comanda Christian Horner. Las muecas de Max Verstappen parecen abonar la teoría. Sin embargo, la realidad puede ser bastante diferente a la que se pronostica.

Wache acepta que el RB21 solucionó algunos de los problemas que acarreaba el auto anterior, pero que quizás el coche es un poco remolón a la hora de modificar la puesta a punto (set-up) y no acusa tan presto los cambios. Y asegura que no es tan veloz como el McLaren MCL39 o la Ferrari SF25.

Que McLaren sigue estando a la vanguardia ya era un dato evidente. Wache deja entrever que solo Mercedes está detrás de ellos en la cima de la F.1, que involucra a esos cuatro equipos. Una opinión no necesariamente popular –no son pocos los que creen que todavía no puede dilucidarse cuál de esos tres es el que está justo por detrás de McLaren- pero que, como conclusión final, no deja a RedBull fuera de juego.

A muchos sorprendió que, desandando el cierre de los entrenamientos, el RB21 apareciera cubierto de pintura flow-viz, para validar correlaciones entre los datos del túnel de viento y la pista, una práctica que normalmente tiene lugar en el arranque de las pruebas, no en el cierre. Con ello se perdieron la última chance de completar una simulación de carrera. ¿RedBull está en problemas?, se preguntaron.

Lo está si pretende haber recuperado en el receso todo lo que perdió en la segunda mitad de 2024. Pero cabría darles una carta de crédito. En Bahrein pudo haber fallado el set-up y no el auto. Acaso por ello Verstappen declaró: “El auto tiene que ir más rápido y es lo que estamos buscando. El equipo lo mejoró mucho respecto al año pasado”.

Además, todos los equipos de punta se guardaron para el arranque de la temporada en Australia alguna solución a aplicar, que pueda sorprender. También RedBull. Las configuraciones que estén afrontando qualy y carrera en Melbourne no serán las que se vieron en Bahrein. Las exigencias de la pista y el clima, además, serán muy diferentes. La certeza es que RedBull no está adelante; la sensación es que tampoco estará tan atrás.