El sábado pasado, en la previa del Gran Premio de Italia, Jacky Ickx se reencontró con la Ferrari 312B que condujo en 1970 y volvió a ponerla en marcha en el “Templo de la Velocidad”. El homenaje, organizado por Stefano Domenicali, director ejecutivo de la Fórmula 1, y Paolo Barilla, ex piloto y socio oficial de la categoría con su marca de pastas, permitió al belga de 80 años revivir su temporada más exitosa en la máxima categoría.
Rodeado de tifosi, Ickx completó dos vueltas en Monza con la histórica Ferrari 312B, el mismo monoplaza con el que logró la pole en el trazado italiano y terminó subcampeón del Mundial de 1970. Años más tarde compartió parrilla con Paolo Barilla en las 24 Horas de Le Mans de 1985, que terminaron con la victoria del italiano.
Ickx no pudo contener la emoción y salió de la cabina con lágrimas en los ojos, recibido por Barilla y Domenicali. «Sentimentalmente fue un gran momento volver a este coche en Monza, un coche con el que gané. Es increíble, con esa marea de tifosi rojos hasta donde alcanza la vista durante la celebración del podio», expresó agradecido en el hospitality de Ferrari.
«He corrido aquí cinco veces para Ferrari, pero el ambiente nunca ha cambiado. Realmente forma parte del ADN de cada italiano. Me emocioné, porque fue una muestra de bondad. Francamente, hoy vivimos en un mundo en el que te puedes hacer muchas preguntas. Es difícil, es lo menos que se puede decir. Este fue un momento mágico», relató.
