Si se organizara un cónclave para decidir quiénes son los dos pilotos más rápidos de la Fórmula 1 urbi et orbi, el humo blanco tardaría apenas instantes en salir por las chimeneas del Vaticano: Max Verstappen y Charles Leclerc serían unánime elección cardenalicia.
En la primera nota escrita para CampeonesF1, antes de iniciarse el torneo, este cronista postuló la existencia de un Desafío Leclerc: vencer siempre a su compañero de equipo, como venía haciéndolo desde que debutó en la máxima categoría, allá por 2018.
Por entonces nos imaginábamos que Leclerc podría “estar enfrentando, probablemente, la mayor disputa interna de su campaña”. Cinco carreras más tarde, la realidad prueba que no es así.
Podría decirse que el desafío está ganado simplemente a causa de los problemas que Lewis Hamilton afronta para conducir la Ferrari SF-25, un coche antipático para su estilo. Y que hubo momento, como por ejemplo en China, en que el inglés batió en ambas clasificaciones (sprint y GP) al monegasco.
Pero esa misma Ferrari que le permitió a Hamilton ganar el GP luego fue descalificada. La configuración que permitió al inglés ganar el duelo interno estaba, básicamente, fuera de reglamento: le cargaron los 100 kilogramos de combustible necesario para completar el Grand Prix y entonces saltó la falla.
En esencia y a causa del rediseño de la suspensión trasera pull-rod, la SF-25 se “vence” con el tanque lleno, lo que obliga a variar la puesta a punto, de manera que no vuelva a ocurrir lo que le sucedió a Hamilton en China.
En esa búsqueda por aumentar la ventana de trabajo de la puesta a punto, facilitada en un punto por el nuevo piso que Ferrari llevó a Bahrein y utilizó también en Arabia, Leclerc impuso una dirección que le dio buen resultado. A Hamilton no le fue de utilidad.
Según los reportes, esta Ferrari es muy dependiente de la altura respecto del asfalto. Cuando se la levanta para impedir que se desgaste la placa inferior (que fue lo que motivó la desclasificación del siete veces campeón mundial), pierde mucha carga aerodinámica. Leclerc sobrevive con esa característica, Hamilton no le encuentra salida por ahora.
En ese punto, hasta el más fanático hincha de Lewis concedería que el Príncipe gana la pulseada.
Por otro lado, la SF-25 tiene una virtud: no castiga tanto a sus neumáticos. Ese es un terreno en el que se creía que McLaren llevaba la delantera. Pero en cuanto apareció el piso nuevo, Leclerc sorprendió siendo el más veloz en la parte inicial del segundo stint en Bahrein (de la vuelta 19 a la 25), como se ve en el gráfico siguiente.
Y repitió el mismo logro una vez que calzó cubiertas duras en Arabia Saudita, en las últimas 20 vueltas del Grand Prix:
En estas condiciones, el monegasco accedió al primer podio del año (exceptuando el único Sprint del año, conquistado por Hamilton), aunque con una manito del inglés, que entretuvo durante cuatro vueltas a su irresoluto compatriota Lando Norris, haciéndole perder un tiempo que luego le resultó carísimo en su persecución a la Ferrari nº 16.
Ciertamente. Pero es Leclerc quien lidia con la puesta a punto para clasificarse lo más adelante posible para largar. De la misma manera en la que lo hace Verstappen, la única variable que -de acuerdo a la pista que transiten- puede llevar al RedBull RB21 del cuarto al primer lugar en la tabla de los mejores coches del 2025. Hamilton, en tanto, no reúne todavía las piezas del rompecabezas.
Y como el monegasco también conserva las cubiertas mejor que su compañero, ya son dos las áreas en las que Leclerc prevalece.
El longevo Pino Allievi, histórico enviado de La Gazzetta dello Sport a la Fórmula 1, que debe tener cubiertos centenares de Grands Prix, fue muy explícito al respecto esta semana:
‘Leclerc has always been the only one to to go to Verstappen’s level.’
T: But CL has never been as consistent as MV.
‘But he ESPECIALLY hasn’t had the cars that MV has had. CL is the only one who can fight MV. Leclerc is a very strong driver, only Ferrari hasn’t realised that.’ pic.twitter.com/rGokH202O1
— CL16__FanpageFr 🇲🇨 (@Cl16__FanpageFr) April 22, 2025
Traducción: “Leclerc es, desde siempre, el único que viaja al nivel de Verstappen. Me habría gustado verlo con los autos de Verstappen, probablemente habría hecho cosas muy similares (…)» “Es cierto que no tuvo la continuidad de Verstappen, pero sobre todo no tuvo el auto. Se ha equivocado un poquito, pero mi punto de vista es que es el único piloto que hoy puede competir con armas similares con Verstappen, lo digo desde hace tiempo. Cada vez que ha tenido una Ferrari a punto, lo ha batido… o a lo sumo ha llegado muy cerca. Leclerc es un piloto fortísimo, solo que Ferrari no lo entiende. La Ferrari comenzó a andar fuerte en el momento en el que Leclerc eligió su puesta a punto y no la de Hamilton”. En la innata velocidad de Leclerc hay una elegancia que los puristas saben apreciar. Sobre todo, si se llevan vistas cientos de carreras.
Entonces… ¿está concluido el Desafío? De ninguna manera. Aparece en el horizonte una opción interesante: en el GP de Miami, el venidero fin de semana, también habrá Sprint, como en China. La Ferrari de Hamilton no estará cargada a tope (apenas unos 35 kilos en línea de partida). Si Lewis logra una puesta a punto parecida a la de China y una posición aventajada para la largada, en teoría estaría habilitado para un buen resultado.
Eso supondría un incremento de confianza en este momento de desesperanza y una perspectiva alentadora para lo que resta del torneo. La posibilidad de pelear más francamente con su compañero.
Que por ahora va ganando.