La reciente baja del canadiense Lance Stroll en el GP de España motivó que un solo auto del equipo Aston Martin, el de Fernando Alonso, se pusiera en marcha a la hora de la prueba. Ello se debió a que recrudeció una añeja lesión en una mano de Stroll, quien a último momento desistió de participar y como reglamentariamente no podía ser reemplazado por otro piloto que no hubiera tomado parte de la clasificación, es que se dio esta particular situación.
Desde hace mucho tiempo todos los equipos de la máxima categoría se inscriben a cada competencia con dos pilotos y es por ello que las grillas de partida están integradas por una cantidad par de participantes. En alguna que otra oportunidad, como en el caso que mencionamos arriba, ocurre que algún competidor queda al margen de la largada, pero sólo por una contingencia posterior, debido a que ya no se admite la inscripción previa de un solo coche, sea cual fuere la marca, tal como acontecía en tiempos pasados.
De hecho, para traer al recuerdo la última vez que una escudería fue a intervenir en un Gran Premio con un solo auto, debemos remontarnos a más de tres décadas atrás. Esta situación (por aquellos días contemplada) se dio en Montecarlo, donde el 15 de mayo de 1994 se disputó la cuarta fecha del Campeonato Mundial de esa temporada. Para la oportunidad, Williams sólo anotó al inglés Damon Hill, quien entonces tripulaba el modelo FW16 de la casa británica, que llevaba el inusual número “0”. ¿El motivo? Tan sólo dos semanas antes, se había producido el trágico accidente que se llevó la vida del astro brasileño Ayrton Senna, compañero de Hill, en el circuito de Imola.
Eran épocas en las que no era habitual un reemplazo inmediato ni los “teams” contaban con competidores suplentes o “terceros pilotos” que pudieran subirse a un Fórmula 1 de la noche a la mañana. Para colmo de males, Hill se quedó muy temprano de a pie en esa carrera monegasca, al involucrarse en un accidente ocurrido en la primera vuelta. Recién para la fecha siguiente, en Barcelona (5ª escala del torneo, el 29/5/94), la factoría de Frank Williams hizo debutar en la máxima categoría al escocés David Coulthard -por entonces, de 23 años- en la segunda máquina de la escuadra. Desde entonces, los equipos no dejaron de anotar jamás un mínimo de dos pilotos (a veces tres, cuando alguna prueba libre de un viernes así lo amerita) para cada compromiso del torneo de conductores.