En 2014 y con un capital inicial de 100 libras esterlinas, el multimillonario británico Adam Norris fundó la Lando Norris Promotions, una compañía de marketing para apoyar la campaña en el automovilismo de su hijo Lando, cuyos pasos guiaba el broker estadounidense Zak Brown. Dos años después, le cambió el nombre por Celero Promotions y aumentó su capital en 17 millones de libras. El joven Lando tenía suficiente respaldo como para sumarse al año siguiente a McLaren como piloto junior. En 2019, con menos de 20 años y habiendo ya debutado en Fórmula 1, Lando fue designado director de Celero Promotions Limited.
CÓMO SE CONSTRUYE UN CAMPEÓN MUNDIAL: LA IMPORTANCIA DE LAS CONEXIONES
Menos de un año más tarde, la pandemia casi pone de espaldas a la escuadra de Woking. «A finales de 2020 casi quebramos», contó hace un tiempo Zak Brown. «Pagábamos las cuentas, pero éramos conscientes de que, sin una inyección de dinero, estaríamos en riesgo». Lo curioso fue lo que sucedió unos meses antes, en junio, justo un mes antes de iniciarse ese demorado torneo.
El Grupo McLaren, del que Brown era CEO, inició un procedimiento legal para ponerse a salvo de la insolvencia; el Banco Nacional de Bahrein le prestó 150 millones de dólares para impedir la bancarrota, mientras se vendían la enorme factoría de Woking (para pasar a alquilarla) y se despedía a 1200 empleados, setenta de ellos del equipo de Fórmula 1. Un saneamiento doloroso que, según Brown, fue la base del éxito actual.
Pero mientras ese proceso tenía lugar, Lando Norris fundaba una nueva compañía, la Quadrant Esports, para comercializar ropa e involucrarse en los deportes electrónicos. Él y su padre se quedaron con 561 de las 1000 acciones; su manager Mark Berryman tomó 101 a través de su compañía Add Management; y Zak Brown, a través de su compañía United Autosports (un equipo de carreras de endurance), se quedó con 71 acciones. De hecho, el estadounidense fue designado director de la compañía el 12 de junio de 2020, en pleno proceso de saneamiento de McLaren. El resto le pertenecía a la compañía Veloce Esports Limited, propiedad de Harrison Newey y de su padre Adrian…
Es decir, Brown no sólo asesoraba a Lando en el automovilismo, sino que se había transformado en socio comercial. Ese dato surgió durante el reciente juicio que Alex Palou promovió contra McLaren en Londres. Los abogados de Brown argumentaron que su cliente sólo era director de Quadrant en representación de United Autosports, no a título personal.
Pero ese argumento es ridículo: En ese caso, ¿por qué no haber nombrado director a Richard Dean, el socio de Brown en United Autosports, mientras el estadounidense se ocupaba de resolver los graves problemas que sufría McLaren? En 2020, el grupo perdió cerca de 300 millones de dólares; la salvación llegó recién en marzo de 2024, cuando el fondo de inversión Mumtalakat, propiedad del reino de Bahrein, se quedó con el 100 por ciento de las acciones de McLaren.
Menos de un mes después de poner en marcha Quadrant, Lando subía por primera vez a un podio de Fórmula 1, en el GP de Austria, la primera carrera del extraño Mundial 2020, el 5 de julio. Le tomaría otras 88 carreras conseguir su primer triunfo, en el GP de Miami de 2024 (foto).
Ese mismo año, Quadrant reportó pérdidas por casi 400 mil libras; en julio de este 2025, se vendió íntegramente a Veloce, la empresa de los Newey. Hasta ese momento, Brown era director de la compañía y, por lo tanto, socio de los Norris. Lo fue hasta el 12 de julio pasado. Eso, mientras Oscar Piastri lideraba el torneo de Fórmula 1 y Brown predicaba por un festejo moderado del eventual título para que quien lo perdiera no sufriera tanto…
Finalmente, Lando se coronó campeón; los negocios, aunque no parezca, subsisten (continuará)





