Ocho años debieron pasar para que los aficionados brasileños tuvieran un piloto para alentar en su Gran Premio. Algo que, desde 1973, cuando Brasil ingresó al Campeonato Mundial, hasta 2017 era una costumbre con nombres del nivel de Emerson Fittipaldi, Carlos Pace, Nelson Piquet, Ayrton Senna, Rubens Barrichello y Felipe Massa.
Sin llegar a la ambición ganadora, por suerte esa costumbre de «torcer» por un compatriota la recuperarán los brasileños en la figura del joven Gabriel Bortoleto, una de las revelaciones de esta temporada como integrante del equipo Sauber, en la etapa previa de su transformación en Audi oficial.
«Soy afortunado por el país en el que nací. Tengo mucha prensa, todo el mundo sabe que los brasileños también pueden tener mucha prensa. No es fácil, pero comprendo toda esa presión. Entiendo que es el deseo de tener a un piloto ahí arriba, ganando de nuevo, un ídolo para unir al país, y eso es lo que realmente quiero conseguir», dice este paulista de 21 años, que tiene clara su posición ante el deseo de sus compatriotas de verlo como nuevo ídolo.
«Estoy muy contento por cómo me ha ido en esta temporada, pero estoy lejos de considerarme un ídolo. Simplemente soy un piloto brasileño que corre en la Fórmula 1. Creo que ídolo es una palabra muy fuerte que un día si Dios quiere , espero poder alcanzar con victorias y un título mundial», señala Gabriel quien enseguida aclara que «aún estoy en camino de convertirme en ídolo».
Ya en función de la carrera del fin de semana, el brasileño reconoce estar «muy ansioso», porque como explica, «correr en mi país es una oportunidad única». Esto no le quita la visión realista sobre el resultado a entregar en la fecha del fin de semana en Interlagos.
«Conozco muy bien en qué nivel está mi Sauber y sé que no puedo ganar una carrera por ahora, Si, puedo pretender sumar algunos puntos. Igual no tengo motivos para quejarme», dice antes de cerrar con este deseo. «Actualmente mi objetivo principal es seguir en el equipo que en el próximo año será Audi, y convertirlo en un equipo de punta que me permita luchar por las victorias. Esto es algo que no se da, de un día para otro y lleva su tiempo».
Un reflejo de la madurez de Gabriel Bortoleto, pese a sus 21 años y sus 20 carreras en Fórmula 1. Una madurez que es otra de las virtudes de este brasileño, que luego de ocho años provocará que sus compatriotas tengan una mirada especial en su Gran Premio.
