La temporada 2026 traerá un Aston Martin renovado. Fernando Alonso y Lance Stroll mantendrán sus butacas, pero el equipo sumará la experiencia de Adrian Newey, motores Honda y mejoras en el túnel de viento. Enrico Cardile, flamante director técnico, mantiene la calma, confía en el proyecto y afirma que «el fracaso no es una opción».
El cambio normativo para 2026 deja la parrilla llena de incógnitas. Se espera que Mercedes lidere en potencia de motores, pero, más allá de eso, nadie puede asegurar qué equipos estarán al frente ni cuáles quedarán rezagados. Aston Martin dejará de ser cliente de la marca alemana para convertirse en el único equipo de la parrilla con motores Honda.
El fabricante japonés abandona Red Bull tras siete exitosas temporadas, en las que consiguió dos Campeonatos de Constructores y cuatro de Pilotos de la mano de Max Verstappen. Además, el equipo británico incorporó a Newey, quien trabaja en el monoplaza de 2026 desde su llegada a principios de año.

En declaraciones con la página web de Aston Martin, Cardile generó altas expectativas para la venidera temporada. Consultado sobre sus expectativas para los próximos meses, el director técnico respondió: «Emoción. Sin duda. No solo por nuestro coche. Estoy ansioso por ver a los otros diez equipos, por el rendimiento de todos, por saber si estamos en una buena posición y si debemos seguir esforzándonos para mantener la ventaja o si tenemos que esforzarnos para alcanzar a los equipos más rápidos. Va a ser emocionante», declaró.
«Como no sabemos dónde estaremos, nada de lo que hagamos ahora puede ser suficiente. No podemos conformarnos con buenos resultados en una sesión de túnel de viento o una reducción de peso satisfactoria, porque no tenemos una referencia. Esto siempre es así, pero especialmente al comienzo de un nuevo ciclo», explicó Cardile. «En las últimas temporadas, todos pudieron ver las diferencias y saber lo que necesitaban lograr para mejorar su posición. Para el próximo año, todo está en el aire», destacó.
«Lo haremos bien. No sé si será en la primera carrera, en la segunda, en la séptima o en cualquier otro momento. Lo que tenemos es compromiso, concentración y confianza en que todo saldrá bien. Tenemos todo lo que necesitamos para hacer un gran trabajo. El fracaso no es una opción», enfatizó.
«Será un cambio radical con respecto a lo que tenemos ahora. Muchas cosas cambiarán. El concepto aerodinámico será completamente nuevo: reducir el peso mínimo será un gran reto para todos. Habrá una nueva unidad de potencia y un nuevo combustible. Hay muchas variables en juego, lo que hace muy difícil predecir dónde estará cada uno», analizó.

«Tenemos objetivos claros sobre lo que queremos lograr y estamos trabajando duro para explorar nuestras opciones. Es una tarea interesante. Parte de ello es entender dónde correr riesgos: hay líneas de desarrollo que pueden no producir resultados inmediatos, pero que pueden ayudarnos a alcanzar metas más ambiciosas. Estamos corriendo algunos riesgos», admitió.
«Vale la pena señalar que este no es un proyecto que termine cuando se lance el coche el año que viene. Por supuesto que queremos tener un coche rápido a principios de 2026, ahora estamos tratando de aprovechar al máximo el tiempo que nos queda para explorar lo que hemos aprendido. Pero, al mismo tiempo, tenemos un proyecto a largo plazo: estamos trabajando en la organización, mejorando nuestras herramientas, nuestros procesos y la forma en que colaboramos. En resumen, estamos trabajando en la cultura del equipo», concluyó Cardile.