Así nació la batalla del caucho

Todos conocemos las encarnizadas luchas por lograr el Campeonato Mundial de pilotos, las muchas veces cerradas peleas entre las escuderías y los duelos entre las terminales que proveen los motores. Pero, ¿qué hay de los neumáticos? Cuando la categoría utilizaba más de una marca, también se batían sin cuartel por la supremacía y muy probablemente, el embrión de esa competencia tenga una fecha exacta. Aquí buscaremos desentrañarla.

Las gomas, ese elemento que hoy tanta preponderancia ha cobrado en la Fórmula 1, tuvo desde sus inicios varios acertijos guardados que los técnicos debieron desentrañar creando sus propias referencias para lograr óptimos rendimientos. Pirelli, Dunlop y Englebert fueron las tres fábricas que se lanzaron a la aventura en 1950. Posteriormente se sumarían Continental, Avon, Firestone -que ya se utilizaba en Indy-, Goodyear y más recientemente en el tiempo, Bridgestone y Michelin. Pero si de rivalidad directa se trata, es casi seguro que la misma se declaró abiertamente en el Gran Premio de los Estados Unidos de 1969, décima fecha de ese Mundial, que se disputó en el trazado de Watkins Glen.

Para la oportunidad, aquel 5 de octubre, Goodyear armó un equipo oficial para representar publicitariamente a la marca estadounidense, que iba más allá de la escudería a la que pertenecían sus pilotos. De hecho, la promoción incluía a los dos hombres de Brabham (el propio Jack Brabham y Jacky Ickx) y a Denny Hulme, que por entonces defendía los colores de McLaren. Sabedor de esta “movida”, Dunlop no se quedó atrás y simultáneamente, sin más prolegómenos, nombró al escocés Jackie Stewart como su estrella exclusiva para mostrar ante los medios, a la vez que el otro proveedor de caucho de la época, Firestone, empezó a promocionarse como “el neumático que calza el piloto campeón del mundo, Graham Hill” y buscó que se nombre a la empresa cada vez que alguien se refería a la escudería Lotus, lo que fue recibido de buen agrado por Colin Chapman.

Eran épocas en las que no había tanta variedad de neumáticos como en la actualidad. El stock era sencillo y estaba compuesto por gomas lisas y gomas para piso mojado, éstas provistas de algunas ranuras para lograr un mejor “agarre” y nada más que ello. A partir de entonces, el duelo declarado le agregó un gran atractivo a la máxima categoría del mundo, que de algún modo concluyó con el GP final de la temporada 2006, en Brasil, cuando Michelin y Bridgestone, las dos casas de gomas que quedaban en la F1, rivalizaron por última vez. Desde allí en más, el monopolio dominó la escena y la categoría usó únicamente “calzado” de Bridgestone entre 2007 y 2010 y posteriormente, de Pirelli, que tiene la exclusividad desde 2011 hasta nuestros días.

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