Qué lejos ha quedado aquel 1° de agosto de 2021, cuando Fernando Alonso, con un Alpine A521, demoró durante once vueltas y con legítimas artes conductivas al Mercedes de Lewis Hamilton, para darle la chance a su compañero Esteban Ocon de escaparse en la punta. Fue aquella la primera (y única) victoria del equipo de Enstone desde que Renault se reservó el nombre de la compañía solo para competencias eléctricas y designó a Alpine, una marca de autos de lujo que forma parte de su portfolio desde 1973, como denominación oficial.
Desde entonces, en buena parte gracias a los desmanejos del CEO Luca De Meo, el equipo binacional, que hace sus motores en Viry Chatillon, a las afueras de París, y sus chasis en Enstone, cerca de Oxford, en Inglaterra, ha sido objeto de internas violentas y una incesante fuga de cerebros, cuyo último acto fue la renuncia este martes 6 del Team Principal Oliver Oakes.
Desde 2020, tras la pandemia, la sangría fue permanente. Primero fue el asesor deportivo, el excampeón mundial Alain Prost, a quien no le renovaron su contrato en 2022.
Luego cinco jerarcas máximos vieron la salida en manera sucesiva: Cyril Abiteboul, Marcin Budkowski, Otmar Szafnauer, Bruno Famin y, ahora, Oliver Oakes.
En el medio, un veterano como Alan Permane, que había comenzado como mecánico y llegado a Director Deportivo tras treinta años en el equipo (1989-2023), fue despedido. Al unísono, el director técnico Pat Fry se marchó a Williams.
El pobre arranque de Alpine en 2024, con un coche muy pesado y falto de potencia, provocó que el nuevo director técnico Matt Harman y el aerodinamicista en jefe Dirk De Beer dejaran, por su cuenta, el equipo en marzo de 2024.
En el medio, la dinámica caótica del equipo se devoró el Plan de 100 Carreras, el pomposo título puesto a las perspectivas de volver a pelear por un título mundial en cinco años. También se vivió el papelón del siglo cuando Di Meo presionó a Alonso en 2022 para que aceptara renovar contrato solo por un año.
El español no aceptó y dio el salto a Aston Martin. Entonces, el equipo anunció a Oscar Piastri como su reemplazante para 2023, solo para ser protagonista de una humillación: el australiano, que solo era piloto suplente, desmintió al equipo y no ocupó la plaza vacante.
Resultó que Piastri no tenía un contrato firmado con Alpine -apenas una carta de intención- y ya se había comprometido, desde un mes antes, para sumarse a McLaren.
Ese papelón le costó la cabeza a Szafnauer y a Mia Schwarzman, la directora de la Academia. Pierre Sancinena, que llegó como segundo de Julian Rouse para hacerse cargo de la Academia, renunció a su puesto en setiembre pasado, molesto porque, a su parecer, la política de la Academia había cambiado: ya no se trataba de formar pilotos, sino de contratar pilotos de reserva según el tamaño de sus sponsors. Fines recaudatorios, sugirió al ingeniero francés.
Ya estaba involucrado Flavio Briatore. El CEO De Meo tiene predilección por sus compatriotas: ya había contratado en 2021 a Davide Brivio, el cerebro de equipos como Yamaha o Suzuki en MotoGP, con 14 títulos mundiales como gestor. Pero Brivio no toleró la toxicidad del ambiente de la F-1 y se marchó tras dos años.
De Meo conducía el equipo a través de su delegado, el despótico Laurent Rossi. En julio de 2023, el clima espantoso que se respiraba en la base de Enstone motivó su desplazamiento. Lo reemplazó Philippe Krief, otro ejecutivo proveniente de la industria automotriz, como Rossi. Krief, como Bruno Famin, aceptaron sus cargos con la condición de que fueran temporales. A Famin lo había reemplazado Oakes.
En 2024, llovían en otros equipos los CV de empleados del equipo Alpine, que querían abandonar un buque que parecía irse a pique, espantados por lo que había sucedido con Permane. Briatore acentuó esa huida, reduciendo un 70 por ciento la plantilla en un año.
La renuncia inesperada de Harman dejó sin director técnico a Alpine a comienzos de 2024. David Sánchez, el francés que había dejado sucesivamente Ferrari y McLaren en menos de un año, encontró ese sitio vacante hace exactamente un año. Sánchez empezó a trabajar en mejoras para el A524, que se estrenaron en la parte final del torneo y motivaron que Alpine conquistara un doble podio en Interlagos (Brasil) y 36 puntos en las últimas seis carreras del Mundial 2024.
Eso no detuvo la sangría: Mathieu Dubois, el director de estrategia, pasó este año a Racing Bulls, y los ingenieros de aerodinamia Simon Hine, Eelke De Groot y Jon Abbott fueron contratados para trabajar en el proyecto de Cadillac. Richard Frith, ingeniero de performance, fue a Williams.
El equipo hoy es liderado por Briatore, que volvió a ser Team principal del equipo de Enstone tras sus dos periodos anteriores en Benetton y Renault, respectivamente, con Sánchez como Director Técnico y Dave Greenwood, ex ingeniero de pista de Kimi Raikkonen, como director de carreras. El A525 de este año es una pasada en limpio del coche con mejoras que Sánchez logró a fines del año pasado. Tendría que haber un upgrade a corto plazo.
Ese es el equipo para el que correrá Franco Colapinto, un equipo en estado gaseoso, que parece devorarse a sus mejores hombres con una dinámica más propia de un equipo de fútbol que de una escuadra de Fórmula 1.