Alemania está lejos de recuperar su Gran Premio

Un clásico de otros tiempos, el Gran Premio germano no tiene chances de regresar al calendario mundialista ante las nuevas exigencias planteadas por Liberty Media.

Desde los primeros años del automovilismo internacional, el Gran Premio de Alemania fue una cita clásica. Como no podía ser de otra manera, esa situación se prolongó con la creación del Campeonato Mundial. Y, si bien estuvo ausente en la edición inicial en 1950, luego fue casi infaltable en el calendario, con el plus que en sus primeros años le daba el desafío al exigente, inigualable y riesgoso Nürburgring, de 22 km e infinitas curvas. El verdadero, el de las grandes hazañas, pero también de grandes tragedias.

Precisamente, la erradicación del viejo Nürburgring tras el accidente de Niki Lauda en 1976 marcó un punto de inflexión para una trascendencia que lentamente empezó a decrecer. Correr en Hockenheim y en el reducido Nürburgring no fue lo mismo, y si la carrera se mantuvo fue porque esos años coincidieron con los mejores momentos de Michael Schumacher y Sebastian Vettel.

El avance del siglo XXI acentuó ese declive en el interés, pese a que con Nico Rosberg y el equipo Mercedes Benz tuvieron un gran protagonismo. Esto no alcanzó para compensar las pérdidas económicas de los organizadores, y así Alemania vió tambalear durante varios años su Gran Premio, hasta que se cayó en 2021. Un año antes tuvo su última carrera (foto), que no llevó la denominación de Alemania sino de Gran Premio de Eifel, en alusión a la región donde está ubicado el circuito. Fue en el Nürburgring moderno y formó parte del especial calendario marcado por la pandemia del coronavirus.

La próxima llegada de Audi, para sumarse como constructor alemán a Mercedes Benz, movió en algunos la ilusión de un retorno del Gran Premio de Alemania. Toto Wolff, director deportivo de Mercedes la descartó con este breve pero contundente concepto: “La situación actual de Alemania no parece suficiente para organizar una carrera de Fórmula 1”.

Más amplio y preciso fue Ingo Boder: ”Según el modelo actual, nosotros, como operadores de las pistas, estaríamos obligados a comprar la Fórmula 1 como formato de carrera y cubrir los costos mediante la venta de entradas”, explicó el director general del circuito de Nürburgring, antes de sumar precisiones y entregar esta interesante conclusión.

“Organizar un Gran Premio de Fórmula 1 es una tarea casi imposible. Todos los derechos de marketing pertenecen a la Fórmula 1. Además, la infraestructura de la pista tendría que estar bloqueada durante aproximadamente dos semanas para su montaje y desmontaje, y no podría utilizarse ni comercializarse para ningún otro fin durante este periodo. Por estas razones, el proyecto no nos conviene como empresa privada…”

Por encima de que esta decisión deja a los alemanes sin la posibilidad de recuperar su Gran Premio, vale la posición para mostrar su firmeza frente a esa política de imposición aplicada por Liberty Media para conceder la organización de una carrera del campeonato mundial. No hay que entregar y aceptar todo, simplemente, por tener una carrera de Fórmula 1. No hay que olvidarlo.