Yuki Tsunoda y el destino cruel de los pilotos reservas

Red Bull decidirá en los próximos días quiénes serán sus pilotos y los de Racing Bulls para 2026.

En unos días, Red Bull y su equipo satélite, Racing Bulls, deberán nombrar a sus pilotos titulares para 2026. Confirmado está, lógicamente, Max Verstappen, pero en el aire siguen las plazas del japonés Yuki Tsunoda (compañero actual del holandés) y las de Isack Hadjar y Liam Lawson en Racing Bulls.

Tsunoda, que lleva 21 carreras junto al cuatro veces campeón, salvo algún que otro esporádico destello, no ha dejado buenas impresiones y, peor aún, no ha cosechado los puntos que se esperan de un compañero de Verstappen. El Dr. Helmut Marko, el «jefe» de pilotos de Red Bull, quiere eliminar a Tsunoda. El nuevo team principal, Mekies, no está de acuerdo y quiere darle otra temporada de oportunidad al simpático japonesito. Pero Marko es implacable, y Tsunoda lleva ya cinco temporadas completas en la F1. Debería haber aprendido lo necesario como para domar autos indomables, aunque no llegase a ser tan rápido como Max.

En la cola de espera, si, como se presupone, Hadjar pasará a Red Bull dejando una butaca libre, está el sueco Arvid Lindblad, que ha impresionado mucho en sus salidas a pista en las FP1 de este año. Tsunoda saldría del esquema Red Bull, Hadjar ascendería a Red Bull y Lawson, que ha comenzado a cosechar puntos y a desafiar al novato revelación Hadjar, podría continuar en Racing Bulls.Otra posibilidad para Yuki sería quedar de piloto reserva, un destino como mínimo cruel, aunque sea bien pagado por sentarse en el box durante las carreras (y todos los otros trabajos asociados en simulador, representación, etc., claro).

La estabilidad de los pilotos es apreciada por los equipos. Formar un piloto de la F1 moderna cuesta hoy en día mucho dinero y, cuando se tienen capacidades que se consideran suficientes como para progresar en los grandes premios, aunque no sea una maravilla, esos pilotos tienen carrera asegurada para rato.

Y ello hace que los pilotos reservas queden bloqueados, esperando años sin correr, aunque, ocasionalmente, pueden hacer alguna aparición en el certamen de resistencia o de GT (si el equipo se lo permite).

En las filas detrás de los monitores en los garajes o trabajando a destajo en los simuladores están hoy en día varios pilotos.

En Ferrari cuentan con Antonio Giovinazzi y Guanyu Zhou; Mercedes con Valtteri Bottas (desde 2026 estará de titular en Cadillac) y Frederik Vesti (actualmente en F2). En McLaren destaca el mexicano Pato O’Ward. McLaren tenía en su escuela a Alex Dunne, pero se ha desligado de él después de darle dos sesiones de FP1 en las que impresionó. Dunne, todo lo indica, habría recibido una irresistible oferta de Red Bull, quizás no para 2026 pero sí para 2027. En Aston Martin, la situación de Felipe Drugovich, con cuatro temporadas esperando, se hizo insostenible. Lance Stroll, el hijo del dueño, bloquea una plaza «sine die» y, aunque Fernando Alonso podría retirarse a finales de 2026, Lawrence Stroll, el mandamás, ha dejado muy claro que quiere a un piloto con experiencia y de alto nivel. Max Verstappen está muy alto en esa lista si decide dejar Red Bull.Otro reserva sin esperanzas es el belga Stoffel Vandoorne, que fue compañero frustrado de Alonso en McLaren. Pluriganador en la Fórmula E y piloto oficial Peugeot en el WEC, ha intensificado sus trabajos en el simulador para Aston Martin. Pero de ahí a correr una carrera…

Es dura la espera y altos los niveles de frustración de los reservas. Que se lo pregunten a Paul Aron. El estonio tenía ilusiones si Alpine decidía no continuar con Franco Colapinto. Confirmado el argentino, le espera otra temporada en el banquillo.

¿Cuál será el destino final de Tsunoda? ¿Dejar del todo la F1? ¿Quedar como reserva? Como suelen decir en España, muchos creen que se le ha «pasado el arroz».

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