Uno, dos, tres, cuatro, cinco… Nadie puede asegurar que con la llegada de Yuki Tsunoda se cierre la lista de “muñecos con antiflama” volteados por la contundencia competitiva de Max Verstappen, como indiscutible hombre fuerte de Red Bull en un equipo-auto hechos a la medida de las necesidades del neerlandés.
El neozelandés Liam Lawson es, por ahora, el último nombre de una lista, que en mayo de 2016 inauguró Daniil Kvyat al dejarle su lugar en Red Bull en el Gran Premio de España. Si fue duro para el ruso ser desplazado a Toro Rosso y ver a Max ganar la carrera española, mucho más lo fue comprobar que Vestappen también había conquistado el corazón de Kelly Piquet, su pareja hasta entonces y madre de su pequeña hija. Ahora Kelly espera un hijo del campeón…
No hubo perfiles sentimentales en otras movidas de Red Bull. Si, el pragmatismo y la frialdad de Christian Horner y Helmut Marko, para no brindarle más chances a Pierre Gasly y Alexander Albon. Ambos habían llegado con buenas expectativas procedente del Programa de Jóvenes Pilotos de Red Bull.
El francés no llegó al final de temporada 2019. La carrera número 13 del campeonato, el Gran Premio de Bélgica fue su desgracia y lo vió abajo del Red Bull y arriba del Toro Rosso. Sobre el Red Bull estuvo Albon, dando forma a uno de los habituales enroques que tanto practican en el equipo austríaco. Subir a los podios en Bahrein e Imola 2020 le sirvió al tailandés para estirar su continuidad hasta fines de la temporada. Y nada más porque en la competencia feroz, Max había hecho de las suyas y Red Bull buscó otros compañeros más experimentado para reemplazar a Alex.
Lo encontró en Sergio Pérez. Con 90 Grandes Premios compartidos entre 2021 y 2024, el mexicano fue el piloto que más aguantó y resistió a Verstappen. Le ganó un par de carreras y hasta amagó pelearle el título. La realidad lo puso en su lugar con un declive, que incluso hasta antes de terminar el campeonato del año pasado, pedía su reemplazo. Aguantó hasta el final
Algunos ya lo extrañan a Checo, viendo las dos carreras que duró Lawson en un asiento tan deseado por su imaginada alta competitividad, pero también tan caliente porque hay que enfrentar al supercampeón. Un asiento que no es para tibios y que puede encontrar en el atrevido Yuki Tsunoda su adecuado ocupante o simplemente quien sume un nombre más a la lista de Terminator Verstappen.
