Hubo una vez una Gran Premio de Fórmula 1 en la que una mujer corrió y sumó puntos. Parece de ficción en esta Fórmula 1 tan tecnológica y hermética, incluso para algunos pilotos y equipos.
Fue hace mucho tiempo. Medio siglo se cumplió el pasado 27 de abril y ocurrió en un Gran Premio de España, que consecuente con el hecho excepcional que fue ver a una mujer llegar en los puestos puntables, tuvo otros hechos que quedaron en la historia. La mayoría, con un mal recuerdo, como lo es el accidentado desarrollo que terminó con la muerte de cinco personas y una decena de heridos, entre ellos el piloto alemán Rolf Stommelen, protagonista junto al brasileño Carlos Pace del choque que terminó con sus autos derribando los cuestionados guardarails y cayendo sobre un grupo de personas.
Todo fue un caos desde el comienzo en aquella carrera española disputada en el circuito catalán de Montjuich, que por entonces competía con el Autódromo de Jarama el privilegio de recibir al Gran Premio. Un circuito tipo callejero-parque, relativamente veloz, pintoresco, pero peligroso. Los pilotos cuestionaron la correcta fijación de los guardarails y por un momento sobrevoló el fantasma de la cancelación. La única consecuencia concreta vino por el lado de Emerson Fittipaldi, por entonces campeón en ejercicio. A marcha lenta, su McLaren recorrió la vuelta inicial antes de abandonar en señal de protesta por considerar que no estaban dadas las medidas de seguridad. Los hechos le dieron la razón, pero el poder le pasó factura a la rebeldía del brasileño, que desde entonces vio eclipsar su protagonismo.
El desarrollo de la carrera no escapó a ese clima caótico que se respiraba aquel domingo en Montjuich. Desde la primera vuelta abundaron los choques y despistes. Las Ferrari de Lauda y Regazzoni, dominadoras de la clasificación no pasaron de las primeras vueltas y enseguida siguieron ese camino otros protagonistas destacados como Scheckter, Andretti, Hunt, Depailler. No se conocía todavía el auto de seguridad y esto dio más confusión a la carrera.
Como siempre ocurre, hubo quienes se vieron beneficiados por tan caótico escenario. Una fue Lella Lombardi, una italiana que ese día largaba el segundo de los 12 Grandes Premios que corrió entre 1974 y 1976. Desde el vigesimocuarto y antepenúltimo lugar en la grilla, fue esquivando choques y se abrió paso con el March 751 hasta encontrarse a la hora del anticipado final (decretado al cumplirse 29 de las 75 vueltas previstas), por el accidente de Stommelen y Pace, en el sexto lugar por detrás del ganador Jochen Massa, y sus escoltas Jacky Ickx, Carlos Alberto Reutemann, Jean Pierre Jarier y Vittorio Brambilla, éste último compañero de Lella.
Por no cumplirse el 75% de su desarrollo, la carrera entregó medio puntaje y esto redujo la cosecha de Lella a medio punto. Poca cosecha, pero la suficiente para dejarla en las estadísticas como la única mujer que sumó puntos en un Gran Premio. No lo había hecho su compatriota María Teresa de Filippis, la otra mujer que corrió y llegó en una carrera en el Mundial. En su mejor actuación terminó décima (en esa época sólo sumaban los cinco primeros) con su Maserati en Bélgica 1958. Posteriormente tampoco lo hicieron Divina Galica, Desiré Wilson y Giovanni Amati, las otras damas que se presentaron en distintos Grandes Premios en los 80 y principios de los 90, pero ni siquiera pudieron clasificarse para largarlos.
Desde entonces, hubo intentos pero no pasaron de pruebas extraoficiales. Jamie Chadwick, Tatiana Calderón, Simona de Silvestro, Katherine Legge, Sarah Fischer, Susie Wolff, Carmen Jorda y María de Villota compusieron este grupo que incluso tuvo su nota trágica con el accidente de Villota en 2012 mientras probaba un Marussia. Sufrió serias heridas en la cabeza que derivaron en su muerte quince meses después.
Pasó ya medio siglo de aquel logro que Lombardi disfrutó hasta su muerte en 1992. ¿Cuánto tiempo más habrá que aguardar para que alguna mujer lo iguale o supere? Es de esperar que no sea tanto, sin embargo parece que será bastante porque pese a algunos intentos como la Academy Fórmula 1, no se ve en un futuro cercano una mujer con proyección de Fórmula 1. Paradójico en una época en la que la mujer ha avanzado en tantos terrenos de la vida.