Más allá de que por primera vez en lo que va de la temporada lograron sumar puntos con sus dos autos, en Red Bull mantienen la preocupación por el rendimiento del RB21. Lejos de pelear en los puestos de adelante, el vigente campeón Max Verstappen debió conformarse con un sexto lugar en el Gran Premio de Bahréin, mientras que su compañero Yuki Tsunoda no pudo pasar del noveno puesto.
Trascendió una reunión de urgencia entre altos directivos de la escudería una vez terminada la competencia en Sakhir, de la que formaron parte su director Christian Horner, el director técnico Pierre Waché, el ingeniero jefe Paul Monaghan y el asesor Helmut Marko. En la misma, se trató la falta de competitividad del monoplaza con el que compite el equipo este año.
«En este momento somos el cuarto equipo. No somos competitivos y lo sabemos. Tendrá que haber piezas nuevas en las próximas carreras, esperemos que eso traiga una solución» indicó Marko. En línea con lo señalado por el austríaco, Verstappen manifestó tras la carrera que «salió mal todo lo que podía salir mal». En ese sentido, Verstappen también hizo foco en la mala ejecución de las paradas en boxes.

Y Marko fue contundente sobre los problemas que puede acarrear este mal desempeño a futuro. «A corto plazo, no podemos hacer nada técnicamente. Con la situación como está hoy, no podremos defender el título y corremos el riesgo de perder a Max».
El pesimismo de Marko incluye a los dos próximos Grandes Premios, a desarrollarse en Arabia Saudita y Estados Unidos el próximo 20 de abril y 4 de mayo respectivamente. Luego comenzará la gira por Europa en Ímola como punto de partida el 18 de mayo, por lo que el equipo espera un mes con magras cosechas.