Andrea Kimi Antonelli llegó al Gran Premio de Azerbaiyán cuestionado por su bajo rendimiento durante las últimas carreras de la temporada, aunque el cuarto puesto obtenido en Bakú alivió la presión. Mercedes también admitió que tuvo responsabilidad en las dificultades que atravesó el joven piloto italiano.
Según explicó Andrew Shovlin, director de ingeniería del equipo alemán, los problemas en el simulador complicaron la preparación de Antonelli para la doble cita posterior a las vacaciones de verano europeas. En Zandvoort, el italiano se vio involucrado en una colisión con Charles Leclerc (Ferrari), que terminó con la carrera del monegasco y lo dejó en el 16° puesto. En Monza quedó atrapado en la leca durante la FP2, lo que dificultó su preparación para la carrera del domingo, en la que finalizó 9º.
Los errores de Antonelli generaron las primeras críticas públicas de Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes. No obstante, Shovlin explicó que el joven piloto enfrentó bajos niveles de agarre, lo que lo colocaba en desventaja frente a sus rivales: «En Zandvoort, Kimi vino a una sesión de simulador, pero tuvimos algunos problemas que le impidieron prepararse con normalidad. Luego cometió un error en la FP1, pero debemos asumir parte de la responsabilidad por no haberle proporcionado el entrenamiento adecuado».
En Bakú, la diferencia fue evidente. Shovlin destacó que Antonelli completó un exigente programa de simulación antes de la carrera, lo que derivó en un desempeño mucho más consistente, aunque no alcanzó el podio. El próximo fin de semana, en el Gran Premio de Singapur, Mercedes buscará mantener la segunda posición en el Campeonato de Constructores tras su sólido desempeño en Azerbaiyán.
