NUBARRONES EN EL PLATEADO CIELO DE MERCEDES

En Arabia Saudita reapareció un drama que el equipo creía haber dejado atrás con su nuevo W16. Sin soluciones en Miami, Ferrari podría volver a superarlos. El panorama.

Mercedes viene de protagonizar su mejor arranque en el Mundial en los últimos años. El W16 dejó atrás los dramas del concepto “zero-sidepod” de los dos coches anteriores, que pretendía ser innovador y acabó siendo un lastre. En los cinco Grands Prix del 2025 sumó más del doble de puntos que en el mismo periodo del año anterior.

En general, el W16 ha sido el segundo (o tercer) mejor coche del año, pero en Arabia Saudita se vio una falla en su armadura. Por primera vez en la temporada, la Ferrari SF25 fue capaz de terminar adelante, cuando Charles Leclerc le arrebató el podio a George Russell en franca lucha.

“Claramente, fue nuestra peor actuación del año hasta ahora. El ritmo simplemente bajó debido a unas cubiertas sobrecalentadas, y hasta ahora no tenemos explicaciones”, afirmaba Toto Wolff al cabo del Grand Prix. “Ser segundos no es obviamente lo que desearíamos lograr, pero cuando uno se limita a cumplir con sus expectativas y ve que la carrera se desarrolla como lo hizo, solo aumenta la frustración de la situación”.

En Jeddah, el W16 fue una décima de segundo más lento que la pole, cuando un año antes no había podido acercarse a menos de nueve décimas; pero a lo largo de las 50 vueltas de la carrera, Mercedes vio resucitada alguna de las pesadillas de los coches del pasado reciente: una dramática caída de rendimiento cuando aumenta la temperatura ambiente y, por consiguiente, la del asfalto.

“Por alguna razón estamos generando más temperatura (en las cubiertas) que nuestros rivales», se lamentó Russell, que acumulaba tres podios en cuatro carreras.

Durante 2024, la tendencia del W15 era evidente: su rendimiento era inversamente proporcional a la temperatura en pista. Presumiblemente, el calor del asfalto aumentaba la temperatura del aire dentro de las cubiertas, que de esa manera aumentaban su diámetro, reduciendo el parche de contacto (menos grip) y subiendo el despeje del coche (menos downforce).

“De repente, llegas a un punto en que el neumático es un globo. Tuvimos ampollas delante y detrás, y luego perdimos el agarre. Necesitamos entender por qué”, sintetizó Russell.

“Tenemos varias carreras calientes por delante”, señalaba Andrew Shovlin, el director de operaciones en pista de Mercedes, “y tenemos que entender nuestros problemas de manejo de las cubiertas si queremos ser consistentemente competitivos en la punta”.

Algunas piezas no encajan en el rompecabezas. “En Bahrein todo fue tan positivo, y también es una pista con sobrecalentamiento”, apuntaba el piloto inglés. En la semana posterior a la carrera, Simone Resta -el número 2 del departamento técnico detrás de James Allison– tenía una respuesta para ello: “En Jeddah, la pista estaba más caliente que el año pasado, y los autos eran muy rápidos en las zonas de alta velocidad. Las cubiertas nunca tienen tiempo suficiente de recuperarse desde un punto de vista térmico a lo largo del recorrido”. Esencialmente: en Bahrein no hay tantas curvas de alta velocidad como en Arabia y el recorrido recto es mucho mayor.

Pero, ¿por qué Russell experimentó tantos problemas con el desgaste de sus neumáticos y fue claramente el piloto más lento de los de punta, mientras su compañero Kimi Antonelli no sufrió los mismos inconvenientes? ¿Es un problema en el auto o está referido a la manera de conducirlo?

Nuevamente Resta: “Creemos que George apretó demasiado el ritmo para mantenerse con Charles y también defenderse de Norris, y pagó el precio. Kimi, en cambio, empezó su stint con más calma y cuando tuvo que defenderse de Lewis tenía ritmo suficiente”.

Este fin de semana tendrá lugar el particular Grand Prix de Miami. El autódromo internacional de Miami es una pista 20 km/h más lenta que la de Jeddah (223 km/h contra 254 km/h) y su recorrido incluye una larga recta que facilita el enfriamiento de los neumáticos. Pero, luego de un par de carreras disputadas en horas de la noche, la competencia estadounidense se disputará de día.

“En Miami tendremos los mismos compuestos (que en Jeddah), así que potencialmente tendremos un panorama similar, aunque la velocidad sea menor. Sin embargo, como habrá un Sprint, no habrá mucho tiempo para aprender antes de empezar a correr. Pero algo diferente tendremos que hacer para volver a ser competitivos como antes de Jeddah”, sintetiza Resta.

En Miami, RedBull puede volver a experimentar los mismos problemas que en Bahrein, lo que potencialmente pone a Mercedes en un segundo escalón, si vuelve a superar a Ferrari, suponiendo que McLaren conserva la vanguardia. Para eso, los problemas de rendimiento relacionados con la temperatura deberían quedar atrás. Wolff reza para que la temperatura ambiente no pase de los 25º, como dice el pronóstico…