NORRIS VERSUS LECLERC: LA GLORIA CAMBIÓ DE MANOS EN LAS ÚLTIMAS DOS CURVAS

Marginalmente superior en tracción y carga aerodinámica, el McLaren superó a la Ferrari en el último medio kilómetro del circuito: fue así que un inspirado Lando se quedó con la pole.

Una victoria histórica pudo haberse definido en apenas 500 metros. Ese último medio kilómetro final en el circuito de Montecarlo fue suficiente para que Lando Norris le sacara una décima de segundo de ventaja a Charles Leclerc y se quedara con una primera posición que puede resultar decisiva a la hora de la largada del 82º Grand Prix de Mónaco.

La chance de transitar un poquito más rápido las últimas dos curvas del trazado provocaron que la pole position pasara de manos. Pero el análisis estricto de las vueltas más veloces de ambos muestra que el McLaren aceleró con mayor prontitud a la salida de la segunda Ese de la Piscina, el sitio donde habitualmente se gana o se pierde la pole.

La telemetría muestra que Leclerc entra más rápido a ese sector, que requiere rozar el guardrail interno para no perder velocidad. La Ferrari alcanza los 212 km/h (contra 199 km/h del McLaren) y amasa una diferencia de 146 milésimas de segundo.

Pero Norris sale mejor traccionado de ese sector y en la corta recta hacia Rascasse descuenta prácticamente toda la diferencia:

A la vuelta le quedan un poco más de 400 metros, algo más del 10 por ciento del recorrido. Unos puntos más de downforce le permiten a Norris no perder tanta velocidad en esas dos curvas lentas como sí ocurre con la Ferrari, que normalmente trabaja con mayor despeje.

En el tránsito del Virage Anthony Noghes, la última curva del circuito, el McLaren dobla a mayor velocidad y ya está adelante por apenas una centésima y media. Y la tracción superior del auto inglés aumenta la ventaja sobre el coche italiano hasta alcanzar las 109 milésimas de segundo finales. En esa carrera final hacia la bandera a cuadros, Norris engancha una marcha superior (de 5ª a 6ª, de 6ª a 7ª) siempre un instante antes que su rival.

En los registros oficiales, la superioridad de Leclerc había llegado hasta la Q1, después de haber dominado todas las prácticas libres. Norris se impuso en la Q2 por solo once milésimas de segundo. Pero en su última vuelta rápida, y con un espectacular segundo sector, el monegasco le había sacado casi medio segundo al inglés en la frenada previa a la horquilla del hotel, la curva más lenta de todo el calendario de la Fórmula 1.

Pero esas últimas curvas y las características fundamentales de cada coche edificaron la escasísima diferencia con la que un inspirado Norris larga adelante el octavo Grand Prix del año.