MCLAREN BUSCA SOLUCIONES PARA REDUCIR DAÑOS EN LAS VEGAS

Las características de los coches de Woking y del circuito callejero de Nevada son incongruentes, pero el equipo entiende qué debe cambiar en puesta a punto para ser competitivo este fin de semana.

A diferencia de Ferrari, que en las últimas temporadas cambia de manera notable el concepto de sus coches, McLaren apela a la evolución y, entonces, este MCL39 campeón 2025 es un heredero del MCL38 del año anterior y de los modelos que lo precedieron. Eso supone un gran número de ventajas, pero también algún perjuicio en situaciones no tan favorables.

Por caso, Las Vegas. Desde que la Fórmula 1 regresó a la Ciudad del Pecado en 2023, las actuaciones del equipo de Woking no fueron nada auspiciosas. El trazado tiene unas características particulares a las que el tipo de coche que McLaren diseña, construye y hace competir no se adapta. Basta repasar, sintéticamente, lo sucedido en los dos años anteriores, en los que no hubo un solo coche de la marca en el podio:

En 2023, ni Lando Norris ni Oscar Piastri superaron la Q1 (16º y 19º, respectivamente), el inglés se accidentó en el arranque de la prueba y el australiano llegó apenas décimo, a casi medio minuto del vencedor, Max Verstappen.

El año pasado, ambos subieron al 6º y 8º lugares en clasificación, pero luego acabaron sexto y séptimo, a 43 y 51 segundos, respectivamente, del ganador, George Russell.

(Como se ve, Piastri siempre anduvo detrás de Norris en Las Vegas, lo que es consecuente con la evidente debilidad del australiano en pistas de bajo grip, que lo perjudicó de manera ostensible en las últimas carreras del torneo 2025, en las que perdió la vanguardia del certamen).

El repaso es esclarecedor: nunca los McLaren fueron competitivos en el trazado callejero de Nevada. Las razones son relativamente evidentes: ausencia de largas curvas y de alta velocidad (apenas una en 17), rectas extensas que castigan la resistencia al avance (inevitable, dada la gran cantidad de downforce de los coches papaya), y temperaturas bajas, al correr de noche y en el desierto, lo que invalida uno de sus puntos más fuertes, la gestión de temperaturas de los neumáticos traseros.Pero McLaren no ganó dos campeonatos consecutivos de Constructores de manera casual. Y se prepara para minimizar los daños. «Las Vegas, el año pasado, fue una de nuestras carreras más difíciles», admitió el Team Principal del equipo, Andrea Stella, «Tuvimos problemas con el comportamiento de los neumáticos en la clasificación, ya que no éramos rápidos, y también en carrera, debido al graining. Además, al reducir la carga del alerón trasero, perdimos eficiencia aerodinámica».

No era novedad para McLaren, que hace tiempo que empezó a preparar la carrera venidera para reducir la desventaja natural que supone el circuito. «La revisión de Las Vegas del año pasado nos brindó mucha información para intentar mejorar», explicó Stella. «Diría que, desde el punto de vista de los neumáticos, la eficiencia aerodinámica y la puesta a punto del coche, sabemos en qué dirección debemos cambiar con respecto al año pasado», reveló. «Tomamos medidas en respuesta a lo que vimos el año pasado porque, ciertamente, el rendimiento no fue lo suficientemente satisfactorio».Deben tratarse de soluciones inteligentes, porque la cura obvia para el problema de los neumáticos, aumentar la carga aerodinámica, es perjudicial en las largas rectas del escenario. La cuestión, para McLaren, es reducir la diferencia con los otros equipos grandes que, en teoría, tendrían que exhibir mejor rendimiento en la pista de Nevada. Inclusive Ferrari, que en Las Vegas siempre subió al podio…

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