“No voy a decir mucho para no meterme en problemas. Aparentemente ya no se puede frenar detrás del coche de seguridad. Lo hice durante cinco vueltas antes de eso”. Oscar Piastri, el líder del Mundial, no disimulaba su rabia al cabo del Grand Prix de Inglaterra, tras recibir una sanción de 10 segundos que consideró injusta y que le quitó de las manos un triunfo que parecía seguro.
“Pisé el freno”, dijo a continuación. “Al mismo tiempo, se apagaron las luces del Safety Car, lo cual también fue tardísimo. Y luego, obviamente, no aceleré porque puedo controlar el ritmo desde ahí. Y sí, ya vieron el resultado. No hice nada diferente a mi primera reanudación. No bajé la velocidad. No hice nada diferente. Una pena”.
Piastri recibió adhesiones y rechazos. No faltó quienes argumentaran, con él, que había sido despojado de la victoria, mientras otros subrayaron el hecho de que la penalidad era la correcta. ¿Quiénes tienen la razón?
En la vuelta 21, cuando el Safety Car se alejaba del pelotón para que la carrera se reanudase, Piastri frenó su McLaren de 218km/h a 52km/h. Los comisarios deportivos venían monitoreando su conducción desde que, cuatro vueltas antes, en la 17, también había frenado bruscamente, de 208 km/h a 51 km/h, en ambos casos en la recta del Hangar, rumbo a la curva Stowe, la más larga del circuito.
El Artículo 55.15 del Reglamento Deportivo establece: “Desde el momento en que se apagan las luces del coche, los pilotos deben avanzar a un ritmo que no implique aceleraciones o frenadas erráticas ni ninguna maniobra que pueda poner en peligro a otros pilotos o impedir los reinicios”. En ese articulado se apoyaron los comisarios Nick Shetty, Mathieu Remmerie, Richard Norbury y el expiloto Vitantonio Liuzzi para darle esos 10 segundos de penalización.
Piastri utiliza dos argumentos en su defensa: que frenó en el mismo momento en que se apagaban las luces del SC, con lo que podría discutirse la validez de la sanción de acuerdo a como se interprete el articulado; y que dos carreras atrás, en el GP de Canadá, el líder George Russell cometió la misma acción sin ser sancionado.
En aquella ocasión, Russell frenó de 140 km/h a 85 km/h y Max Verstappen, que tuvo que salir de la estela del Mercedes para no chocarlo de atrás, no solo se quejó de la maniobra, sino que impulsó una protesta, que mantuvo en vilo la clasificación final durante varias horas. Finalmente, el inglés no fue sancionado.
En Silverstone, Verstappen fue, otra vez, quien debió maniobrar para no chocar al líder, en esta ocasión Piastri. Desde ese punto de vista, nadie estaba mejor ubicado que el campeón mundial para comparar las acciones: “Es la segunda vez que me sucede, este tipo de escenario –afirmó- me parece extraño que ahora, de repente, Oscar es el primero que recibe 10 segundos por ello”.
Los comisarios hicieron saber que la frenada de Russell había sido mucho menos violenta: la mitad de presión sobre el pedal del freno (3.0 psi a 5.9 psi) y en consecuencia la tercera parte en reducción de velocidad (55 km/h contra 166 km/h).
Durante la carrera y una vez difundida la sanción, el equipo McLaren transmitió por radio a Piastri su disconformidad con la pena y la decisión de convencer a los comisarios de desestimarla. Rápido de reflejos, el australiano señaló que, si McLaren creía que la sanción había sido injusta, tenía los medios para componer el tema, pidiéndole a Lando Norris que volviera a cederle la posición.
“No creo que la sanción haya sido justa –dijo por radio- Sé que es una gran pregunta pero si ustedes creen también que no fue justa, pienso que podríamos alterar el orden y volver a correr hasta el final”.
Habría sido muy difícil para McLaren intervenir artificialmente en el resultado final de la carrera, teniendo en cuenta, además, que un inglés (Norris) estaba conquistando el GP de su país.
Piastri tampoco se hacía muchas ilusiones: “Sabía cuál iba a ser la respuesta –dijo tras la carrera- pero yo quería alentar una leve esperanza de que, quizás, me devolvieran la posición. Pero sabía que no iba a ocurrir”.
Andrea Stella, el Team Principal de la escuadra de Woking, explicó la mecánica de esos acontecimientos desde el punto de vista del equipo. “Oscar pudo haber recuperado su liderazgo en la eventualidad de otro Safety Car, pero como la pista iba secándose nos pareció lo más justo con Lando dejar la situación como estaba”.
La idea barajada era, en caso de un SC, volver a acometer un “double stack” – cuando ambos autos paran en pits uno detrás de otro- como ya lo habían hecho en el giro 11, de manera que Norris esperara detrás de Piastri a que el australiano cumpliera la sanción de 10 segundos. Al final, Piastri se detuvo en el giro 43, y Norris esperó una vuelta más, a la 44, para tener despejado el panorama en boxes. En la transmisión televisiva se escuchó al ingeniero de Norris, Will Joseph, indicándole a su piloto que no se detuviera en la misma vuelta que Piastri porque allí podía perder la carrera.
“Hay que decir que la pena sigue pareciendo muy dura”, admitió Stella tras la competencia. “El Safety Car entró (a boxes) muy tarde, sin dejar mucho tiempo al líder para reiniciar la carrera en unas condiciones en las que se pierde la temperatura de los neumáticos, se pierde la temperatura de los frenos y lo mismo le ocurre a todo el mundo”. Pero su remate no dejó lugar a dudas: “La penalidad se mantuvo, se cumplió y es tiempo de seguir adelante”.
Piastri reconoció, finalmente, que el cambio artificial no habría sido justo con Norris. “En definitiva, Lando no hizo nada mal”. El inglés consiguió así su cuarta victoria del año y su primer Grand Prix británico, y quedó a solo 8 puntos de Piastri en la tabla (234 a 236) cuando el torneo cumplió su primera mitad y quedan otros doce Grands Prix para el cierre.
Mark Webber, el expiloto que ahora es manager de Piastri, fue visto conversando un largo rato con Shetty, uno de los comisarios, tras la carrera, con Randeep Singh, el jefe de estrategia de McLaren como participante. Así como los defensores de Piastri piensan que el piloto fue perjudicado, no faltan los que aseguran que, en definitiva, el problema fue no haber sancionado a oportunamente a Russell en Canadá, no esta penalidad en Silverstone
Uno de los defensores de este punto de vista fue Christian Horner, el Team Principal de RedBull, que no estuvo de acuerdo con Verstappen. “A mí no me sorprendió que le aplicaran una sanción –indicó- Fue más sorprendente que a George no lo dieran una en Montreal, para ser honesto”.
No hay una respuesta definitiva a la pregunta del título. Si queda la sensación de que el protagonismo de los comisarios de carrera crece en desmedro de la posibilidad de que los pilotos corran libremente, lo que, en definitiva, es lo que buscan los aficionados.