Leonardo Fornaroli lidera la Fórmula 2 con ocho carreras por delante, pero su futuro está lejos de estar resuelto. Ni siquiera la posibilidad de ser campeón lo acerca a la Fórmula 1. Sin ofertas concretas, sobre él pesa el antecedente de Felipe Drugovich y Théo Pourchaire, quienes brillaron en la categoría formativa pero nunca lograron asegurarse un asiento en el Gran Circo y quedaron relegados al rol de reservas. El italiano reconoce su frustración al ver cómo otros pilotos llegan a la máxima categoría sin necesidad de ganar la F2.
Fornaroli, de 20 años, se enfrenta a la realidad de que imponerse en la Fórmula 2 no garantiza un futuro en la Fórmula 1. Su preocupación aumenta al saber que, si se consagra campeón, deberá afrontar un año fuera de la categoría. Aun así, se esfuerza por mantener la serenidad y centrarse en su progreso, consciente de que cada paso en su formación es clave para sus aspiraciones en la F1.
Triunfar como debutante en la F2 podría abrirle las puertas de la F1, como ocurrió con Charles Leclerc, George Russell o Gabriel Bortoleto, que lograron un asiento al año siguiente, mientras que Oscar Piastri tuvo que esperar una temporada antes de debutar con McLaren. Sin embargo, a diferencia de otros talentos como Alex Dunne (McLaren), Luke Browning (Williams), Jak Crawford (ex-Red Bull, ahora en Aston Martin) o Richard Verschoor (ex-Red Bull), Fornaroli nunca ha estado vinculado a un equipo de Fórmula 1, lo que convierte su ascenso en un reto aún más complejo e incierto.
«Es un proceso muy complicado. No se trata de que tengas un par de buenos resultados y te inscribas automáticamente. Es un proceso largo de evaluar. Tienes que ver qué es lo mejor para ti. Por ahora hemos tenido algunas conversaciones, lo cual es bueno, pero intento centrarme en mí mismo. Con mi equipo intentaré avanzar en ese sentido. Tener algunas conversaciones es bueno porque significa que algunos equipos están empezando a notar lo que estoy haciendo en la pista», explicó el joven italiano.

Sobre la posibilidad de un asiento en la F1 la próxima temporada, Fornaroli se mostró reservado y evitó dar detalles: «No sé qué va a pasar. Por ahora, me concentro en el presente para intentar ganar este campeonato. Ya veremos en el futuro». En caso de no lograr el título en F2 este año, el italiano contempla asumir un rol de piloto reserva en la Fórmula 1, con la expectativa de trabajar en el simulador, realizar pruebas en pista y combinarlo con otra temporada en la categoría formativa. «Si no voy a ganar, en lugar de no competir, puede ser más útil repetir, así que lo tendré en cuenta», afirmó.
El enfoque de Fornaroli contrasta con el de la mayoría de los pilotos punteros de la F2, quienes evitan una segunda temporada en la categoría por temor a que una actuación floja afecte su reputación. Robert Shwartzman y Théo Pourchaire fueron los únicos que lo hicieron en la década pasada, mejorando sus resultados, pero sin llegar a la F1. Con figuras como Antonelli y Fornaroli, Italia podría volver a celebrar un campeón en la Fórmula 1, algo que no sucede desde los tiempos de Alberto Ascari.