Distendido, meloso, con la guardia baja, vacaciones en familia, el patrón del yate de 33 metros de largo, «Unleash the Lion» («Suelten al León»), parece un corderito tomado de la mano de su pareja, Kelly Piquet, popular «influencer» e hija del triple campeón mundial Nelson Piquet.
La imagen la subió a Instagram la misma Kelly. Uno de los marineros del yate anclado en algún lugar secreto del mediterráneo asegura que desde el lujoso salón de la embarcación, revestido en gris claro y blanco, se escuchaba en ese atardecer de un tórrido verano la melodía de la película francesa romántica por definición, «Un hombre y una mujer», con Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée.
Era una imagen única, exactamente opuesta a aquellas llenas de rugidos de rebujes, frenadas al límite y fricciones desesperadas en las pistas de la F1 en la que el león holandés intimida a sus rivales y gana títulos (cuatro hasta el momento).
Sí, el guerrero merece su reposo…
De repente, contaba el marinero, la suave y empalagosa cadencia de la famosa banda sonora del filme se truncó con el llanto de un bebé que se imponía, sobre todo. Y más aún cuando sobre el solárium de popa apareció corriendo Penélope, la hija de 6 años de Kelly. «¡Mamá, mamá, Lilly está llorando!»
Max lanzó una de sus interjecciones favoritas. Se había roto la magia. De tortolitos a padres. Había aparecido la otra cara de las vacaciones: cuidar de los niños. Al día siguiente había que estar en Mónaco y preparar todo para volver al yugo. En Niza le esperaba su trirreactor Falcon 8X. Después de todo cuesta mucho ganarse el pan…
Se olvidó Max que días antes había pasado unas cuantas horas con Toto y Susi Wolff en el yate del patrón de Mercedes. Habían negociado, sí, para 2026 pero eso no pudo ser porque el holandés decidió quedarse en Red Bull. Prudente, estratégico, Toto decidió continuar alimentando la sincera (¿o interesada?) amistad con miras a un futuro (¿2027, 2028?).
Ya se habían ido las visitas del yate: la madre de Max, Sophie Kumpen, su hermana Victoria y otros amigos.
Las bucólicas vacaciones en familia de Max le habrán permitido cargar baterías. Zandvoort le esperaba a él y a sus rivales, a los que el León ve como corderitos…
El final de las vacaciones de Max había sido captado al atracar su yate en Mónaco por el grupo online cazamillonarios «Piston Brothers».

Algunos periodistas osados, como si tuvieran largavistas para leer los labios de lo que se habla en los yates, decían que George Russell está postergando su firma con Mercedes porque tiene una oferta de Red Bull. ¿Alguien cree que Max aceptaría al inglés de compañero, aunque sea por un año? Bueno, si Max aceptó quedarse sobre todo para ver qué resulta del nuevo motor Mercedes, bien podría ceder y cohabitar con su archienemigo una temporada. Puede darse el lujo de ser paciente. Una incógnita para él es cuánto va a rendir el motor de Red Bull Technologies en el que Ford, ahora asociado a esa fábrica impulsada por el defenestrado Christian Horner, tiene más injerencia. El responsable de Ford mundial para la competición, Mark Rushbrook, del sitio «Grand Prix», declaró hace unos días: «Estamos colaborando en la fabricación de partes, pero ahora también intervenimos en todo el coche y cuestiones operacionales».
Esta declaración un tanto ególatra revela que esa deseada mayor injerencia de Ford en cuestiones del equipo de F1 puede haber sido uno de los motivos del despido de Horner, que se oponía a perder hasta la más mínima cuota de poder. La intención de la jerarquía de Red Bull Holdings dando más intervención a Ford indica que a medio plazo habrá una oferta para que la casa americana se quede con todo el equipo. La historia se repite: ¿rodará el óvalo a los tumbos hacia otro fracaso como con Jaguar?
Si el motor funcionase bien (algo muy difícil), Verstappen podría finalmente quedarse y negociar desde una posición de fuerza, que no la tendría si es el Mercedes el que se hace dominador. Con su espera Max está pagando para observar. El próximo domingo 30 de septiembre cumplirá 28 años. Tiene mucha carrera por delante. Hay lujos que se puede dar.