Nuevamente, la sombra de la cancelación da vueltas sobre el Gran Premio de Qatar. El condicionamiento no se debe al estado del circuito y mucho menos a problemas económicos. Resulta más preocupante y serio, ya que las dudas están motivadas por el agravamiento del conflicto bélico entre Israel y Jordania.
La preocupación de Liberty Media sobre este tema no es nueva, pero se renovó recientemente con el bombardeo que fuerzas de Israel realizaron sobre una zona de Doha, donde se encontraba una delegación de Hamás que incluía varios de sus más altos representantes y encargados de las negociaciones de alto al fuego. Cinco miembros de Hamás y un oficial de seguridad qatarí murieron, y el suceso provocó fuertes repercusiones diplomáticas en Qatar y sus socios regionales.
Obviamente, este ataque tampoco fue una buena noticia para Liberty Media, en este caso pensando en posibles consecuencias en el Gran Premio de Qatar, previsto como anteúltima fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1 y, por lo tanto, con un carácter que puede ser decisivo para la definición de la temporada. Su director ejecutivo, Stefano Domenicali, fue quien habló de la situación en declaraciones a The Observer:
“Estamos siguiendo de cerca la situación. Todavía falta (la carrera está agendada para el 30 de noviembre) y por eso no podemos anticipar que vamos a cancelarla, pero sí que estamos preocupados”, dijo el italiano, antes de destacar el alcance y la influencia de la Fórmula 1 señalando que “somos el único deporte que cada año da la vuelta al mundo y nos reunimos con las más altas autoridades de cada país. Así que mi esperanza es que a través de la Fórmula 1 podamos cambiar el panorama y correr el Gran Premio.”
Por supuesto, ojalá la Fórmula 1 pueda correr sin problemas en Qatar. Pero prioritariamente, ojalá vuelva la Paz.
