Tras salir desde el pit lane, Isack Hadjar logró terminar el Gran Premio de Italia en el décimo lugar, entrando en la última posición para lograr sumar puntos. Con esto, el piloto ayudó al equipo a estar cada vez más cerca de uno de sus objetivos, seguir subiendo en el marcador para el Campeonato de Constructores. El equipo se encuentra a una sola unidad del sexto, Aston Martin, que tiene 62 puntos en total.
Luego de que Racing Bulls no logró una buena clasificación, ambos coches quedaron fuera en Q1, el equipo tomó medidas drásticas: cambiaron la unidad de potencia del monoplaza de Hadjar, como consecuencia el piloto largó desde el pit lane. La estrategia fue tener aire limpio y atacar al momento en que los otros pilotos pararan en boxes.
El plan funcionó. Hadjar mantuvo un buen rendimiento durante toda la carrera y, al momento de cambiar los neumáticos, logró defender la posición y así llevarse un punto a casa. “Es lo mejor que pude haber hecho hoy, así que puedo irme a casa orgulloso.”, expresó con felicidad el joven piloto.
“El coche estuvo fuerte desde el viernes, aunque la clasificación fue terrible. Sabía que desde atrás podía ser rápido, y así fue. La estrategia fue buena y, sobre todo, me divertí mucho. Antes de la carrera pensé que me quedaría atrapado en un tren de DRS”, añadió.
Por último, concluyó: “ Los neumáticos duros y el aire limpio nos permitieron rodar a gran ritmo. Fue una carrera divertida, casi como hacer vueltas de clasificación una tras otra. Después de la frustración del sábado, creo que este punto es muy merecido para todo el equipo. Ahora ya pienso en Bakú”.