Lewis Hamilton no sólo se hace notar sobre un auto de carrera. También es conocida la posición contestataria del británico antes temas ajenos al automovilismo, generalmente políticos, que no son tenidos muy tenidos en cuenta por la mayoría de sus colegas de sus colegas. Una de las excepciones es otro múltiple campeón, como Sebastian Vettel, quien en su momento fijó su posición favorable a las entidades que defienden la diversidad sexual.
Involucrado hace años en la defensa del mal trato a los negros en Estados Unidos, el tema que ahora preocupa a Hamilton es el ataque de Israel a Gaza al punto de exhortar a sus colegas para pronunciarse. «Pienso que deberían preocuparse por lo que sucede en el mundo, y esto no sólo va para los pilotos, sino que también incluye a actores, cantantes y comediantes. Hay quienes desaprueban que personas no políticas se pronuncien sobre el tema, y molesta a quienes los consideran soldados sin alma que no ven más allá de la Fórmula 1», acusa el piloto de Ferrari, que enseguida insta a la acción.
«Como seres humanos, no podemos quedarnos de brazos cruzados y permitir que toda esta masacre continúe. Es difícil, no sentirse impotente ante la tragedia, pero no podemos quedarnos sin hacer nada», arenga Hamilton antes de recordar que «la situación en Gaza empeora día a día y en los últimos años un 10% de la población ha muerto o resultado herida, incluyendo miles de niños. Esta es una cifra que aumenta considerablemente ante los constantes bombardeos».
Con estas declaraciones, Hamilton concentró muchas atenciones en las reuniones de prensa previas al inicio de actividad en Bakú. También habló de lo deportivo y descartó un cercano retiro al asegurar que «la Fórmula 1 sigue siendo el amor de mi vida…». No se quedó en las palabras y al subirse a la Ferrari, fue el más veloz en los entrenamientos iniciales.
Bien Lewis a la hora de opinar. Y bien a la hora de acelerar. Un Lewis Hamilton a pleno.