«Fue un desastre. No tuve absolutamente nada de ritmo y… estuve luchando con el coche. Esperaba un mejor día«, admitió Lewis Hamilton al repasar su labor en el Gran Premio de Arabia Saudí, y enfocándose en los inconvenientes que evidenció su Ferrari SF25 con el cual pudo arribar séptimo, en tanto que su compañero Charles Leclerc subió al tercer escalón del podio.
Ante la falta de competitividad y su baja performance en los 50 giros recorridos en el circuito callejero de Jeddah Corniche, el heptacampeón mundial de F1 reveló que deberá alterar su agenda personal y enfocarse en solucionar con la Scuderia Ferrari los problemas para las próximas carreras.
«No puedo permitirme descansar. Tendré que cancelar algunos planes a partir de hoy«, confesó Hamilton con el objetivo de revertir el funcionamiento magro de su auto antes del GP de Miami en quince días.
Fotos Gentileza Scuderia Ferrari