Increíble final en Las Vegas. Después de la carrera, en las verificaciones técnicas, los comisario de la FIA encontraron irregularidades en el patín del fondo plano de ambos McLaren. El patín no respetaba el mínimo de 9mm que permite el reglamento, resultado: exclusión de la carrera. Max Verstappen, siempre con los colmillos afilados, intentará en las próximas dos carreras ser, nuevamente, Campeón del Mundo cuando peor lo tenía.
Verstappen está a -24 de Lando Norris e iguala a Oscar Piastri. Las espadas en todo lo alto. Aunque Norris todavía dispone de ventaja, el golpe psicológico de pasar, en pocas horas, de gran favorito a tener que luchar con un Max desatado puede pasarte factura al piloto británico, propenso a los errores bajo presión.
En el caso de Norris, el patín en su parte delantera medía 8,88mm y en la parte posterior 8,93. En el auto de Piastri, en la parte delantera la medición indicaba 8,96mm, en la parte central 8,74mm y en la posterior 8,90mm. Resultado: exclusión sin paliativos.
McLaren ha argumentado que se ha verificado un porpoising imprevisto, que con la lluvia no han tenido la oportunidad de encontrar los reglajes adecuados para sus autos, pero ha llovido para todos, no sólo para los autos papaya.
Norris, segundo bajo la bandera de cuadros, había bajado notablemente el ritmo en las últimas vueltas. En cinco vueltas ha perdido 15 segundos respecto a Verstappen. Una bajada de ritmo impuesta por el equipo, que le ha sugerido al británico realizar el lift and coast en algunos tramos del circuito.
Los equipos no tienen sensores que puedan medir el consumo del patín. Sólo mediante los sensores que miden la altura al asfalto y los valores de carga aerodinámica pueden detectar si existe algún problema.
También Piastri, cuarto después de la sanción a Andrea Kimi Antonelli por saltarse la largada, ha recibido órdenes del equipo para reducir el ritmo. Ahora empieza un nuevo Mundial. Después de la carrera, y antes de la exclusión de los McLaren, parecía que Norris ya podía tocar el título con las manos. Incluso en Qatar ya tenía una bola de match en función de los acontecimientos. Ahora, ya con total seguridad, el Campeonato se decidirá en la última carrera en Abu Dhabi dentro de quince días.
Obviamente, con todos estos acontecimientos, la carrera ha pasado a un segundo plano. Destacar la agresiva largada de Norris que le ha costado retroceder a la tercera posición. George Russell ha aprovechado la oportunidad para colocarse en segundo lugar y durante algunas vueltas ha amenazado a Verstappen. El holandés ha realizado un cambio de ritmo que lo ha hecho inalcanzable, ganando una carrera, que sin poder imaginarlo cuando ha cruzado la línea de meta, le pone directamente en la lucha, ahora sí, por el título de Campeón del Mundo. Han completado el pódium final, los dos Mercedes que de esta manera hipotecan el subcampeonato del mundo de constructores.
Por detrás y en la salida, Gabriel Bortoleto ha vuelto a ser protagonista negativo al ser responsable de una carambola, como ya ocurrió en Brasil, impactando en el primer frenaie con Lance Stroll, que a su vez impactaba con Pierre Gasly, quién realizaba un trompo y quedaba con daños en la aerodinámica de su monoplaza. Más atrás, mientras Franco Colapinto intentaba esquivar la carambola, Alex Albon le ha golpeado por detrás. El resultado: difusor roto con una importante pérdida de carga aerodinámica. Como su compañero de equipo. Todo el buen trabajo del sábado bajo la lluvia, tanto de Gasly como de Franco, se desvanecía en la primera vuelta de la carrera sin tener ninguna responsabilidad en los accidentes. Lógicamente, Briatore exoneraba a sus pilotos por lo sucedido.
Y para acabar con las sorpresas de esta madrugada en el desierto de Mojave, cerrando está nota, nos llega la noticia de la posible destitución inmediata de Andy Cowell, CEO de Aston Martin. Suenan los nombres de Christian Horner y Andreas Seidl. Como decía en el encabezamiento de la crónica: ¡Hagan juego señores, estamos en Las Vegas!
Aston Martin evalúa a Christian Horner para reemplazar a Andy Cowell
