FERRARI SF-25: PROYECTO MALOGRADO

El principal problema técnico del coche de Maranello es irresoluble, como quedó en evidencia en el reciente GP de Hungría. ¿Maranello ya se aboca de lleno a 2026?

El problema técnico que la Ferrari SF25 arrastra desde comienzos de temporada y que persiste, pese a las soluciones adoptadas, parece irresoluble, a juzgar por la manera en la que Charles Leclerc perdió la victoria en el reciente Grand Prix de Hungría.

En algunas pistas de baja demanda aerodinámica podrá sufrir menos, pero el drama de origen no ha sido corregido. Una caja de cambios más corta para este año generó que los anclajes del amortiguador central trasero no fueran lo suficientemente robustos como para controlar adecuadamente la altura de la suspensión. Así, la cola de la SF-25 no soporta la downforce necesaria para tener un rendimiento de punta.

De nada sirvieron en el Hungaroring remedios como el piso nuevo estrenado en Silverstone, o las suspensiones traseras que presumiblemente venían a curar el problema, y que el podio de Leclerc en Spa-Francorchamps hizo creer que eran efectivas.

En Hungría, el desgaste de la placa inferior de la SF-25 volvió a atacar. Ese desgaste excesivo, por ejemplo, condujo a la desclasificación de ambos coches de Maranello en el GP de China, a comienzos de año.

Las nuevas suspensiones traseras pretendían curar el desgaste de la parte trasera de la placa; pero en el Hungaroring el problema fue el extremo delantero. Para pelear la vanguardia en el sinuoso circuito cercano a Budapest es preciso circular por encima de los sfpianitos, especialmente en la chicana 6/7 y en la curva 11, lo que deriva en rozamiento y desgaste.

Con los tanques prácticamente llenos, la Ferrari de Leclerc desprendía muchas chispas en la recta, producto del roce de la placa con el asfalto -al bajar la trompa por efecto de la frenada-, un efecto que conducía a más desgaste.

Al pretender componer ese déficit, el equipo italiano redujo sucesivamente potencia, downforce y grip, pero evitar el desgaste llevó de manera inevitable a que la SF-25 nº 16 se cayera del podio, perdiendo hasta dos segundos por vuelta respecto a los McLaren o el Mercedes de George Russell.

Seguramente Maranello decidió ya que, una vez que se acabe el forzado receso del ferragostosea tiempo de concentrarse en 2026, como han anunciado Mercedes, Williams o Alpine, entre otros equipos. Eso implica la aceptación de que, aunque la marca siga siendo escolta de McLaren en el torneo de Constructores, el concepto en curso es fallido.

La Ferrari SF-25 es un proyecto malogrado. No ha podido ganar un solo Grand Prix y sus pilotos están quinto y sexto, respectivamente, en el torneo. Quizás es momento de pasar la página. Aunque Italia viva este presente ferrarista como una desgracia.

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