FERRARI LLEGA A FIN DE AÑO CON TANTOS PROBLEMAS COMO SOLUCIONES

Pelea el subcampeonato de Constructores, pero no ha ganado una sola carrera en el año, y ahora están alarmados por problemas en los frenos que son crónicos.

Ferrari quiere el subcampeonato de Constructores, un objetivo que parece más accesible que ganar un Grand Prix. Pero la problemática SF25 no deja de generar complicaciones para el equipo de Maranello.

Los últimos podios de Charles Leclerc en Austin, cuando hizo una fabulosa defensa ante Lando Norris, y en Ciudad de México, cuando una neutralización tardía lo salvó de perder el segundo lugar contra Max Verstappen, devolvieron a la Scuderia al segundo lugar de la tabla, pero las tres escuadras que pelean por el subcampeonato están encerradas en apenas 10 puntos.

Los problemas con la suspensión trasera, que producían un desgaste excesivo en la placa inferior, resultaron una pesadilla en la primera parte del año, incluyendo una descalificación completa en China. Entre la identificación correcta del problema y la aparición de una nueva suspensión trasera, que no resolvió del todo el drama, transcurrieron aproximadamente diez carreras.

En ese transcurso emergió un nuevo inconveniente, que se agrava en determinados circuitos. Una extrema debilidad de los frenos obliga a los pilotos a la gestión de la velocidad, el ya tristemente célebre Lift & Coast (LiCo), lo que suponen una notable pérdida de rendimiento que se mide en segundos.

Los pilotos no pueden llevar a fondo sus SF25 hasta el final de las rectas, porque eso penaliza excesivamente los frenos. Esa necesidad de LiCo fue, en parte, responsable de la enorme diferencia que Norris le sacó a Leclerc en México: los 30s3 fueron la mayor ventaja de un ganador a su escolta en lo que va del 2025.

Según fuentes cercanas a Ferrari, el LiCo le costó cerca de 12 a 15 segundos a Leclerc, prácticamente la mitad de la diferencia. En el tramo final del Grand Prix, Verstappen le descontaba cerca de siete décimas de segundo a Leclerc; al menos tres décimas podían deberse al LiCo.

Los aficionados recuerdan como Lewis Hamilton terminó con sus frenos en llamas el Grand Prix de Singapur. El momento más dramático fue el GP de Hungría, cuando Leclerc, que largó desde la pole, perdió el podio a causa de la necesidad de efectuar el Lift&Coast para que sus frenos no colapsaran (y la placa no se desgastara más de lo permitido). El monegasco terminó la carrera en el cuarto lugar, a más de 42 segundos de diferencia del vencedor, Norris.

En Ferrari estiman que, en pistas que exigen mucho frenado (como Hungría) o que no permiten refrigerar suficientemente los discos (como Singapur o el Hermanos Rodríguez), el drama es crónico y solo se lo puede atemperar, como ocurrió con unos nuevos conductos de refrigeración de los frenos traseros que aparecieron en México.

Como el estilo de Hamilton está basado en una demanda importante de los frenos, esto podría explicar por qué ha tenido una temporada inconsistente, a la sombra de Leclerc, el Principito que, a poco de cumplir 28 años, ha decidido comprometerse con su novia, la experta en arte Alexandra Saint Mleux.

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