¿ES QUE FERRARI VA A GANAR ALGÚN GRAND PRIX ESTE AÑO?

La falta de un atributo distintivo en la SF25 la vuelve inofensiva, y tampoco ayuda la escasez de perfección en la ejecución en pista. Se acerca al aniversario sin triunfos.

Tras el fiasco de Monza, Fred Vasseur, el Team Principal de Ferrari, alteró ligeramente la meta del Cavallino Rampante para la campaña en curso: «El objetivo es asegurarnos el segundo lugar en el Mundial de Constructores antes que ganar un Grand Prix». Una carrera después, Ferrari ya no es segundo e, inclusive, puede terminar cuarto en el certamen, dado que las tres escuadras que pelean por el subcampeonato detrás de McLaren están encerradas en apenas 18 puntos.

Vasseur les tomó el pelo a sus interlocutores: esos objetivos no son mutuamente excluyentes. Se puede ser segundo y ganar al mismo tiempo. Más aún: conviene ganar para asegurarse el segundo lugar. Hábil declarante, habrá que ver con qué sale si, en Singapur, Red Bull desplaza a su equipo del tercer lugar.

Lo cierto es que, consumidos más de dos tercios del torneo, Ferrari es el único de los Cuatro Grandes que aún no venció en 2025, excepción hecha del Sprint de China que conquistara Lewis Hamilton. Y solo los muy apasionados tiffosi conservan la esperanza.

La SF25 posee una característica que le impide ser vanguardia en algún momento: no posee un solo atributo que sea mejor que los de la competencia. No es el mejor coche en pistas de alta downforce ni de baja carga, ni en pistas de aceleración y frenado ni de altísima velocidad. En ese tipo de trazados, McLaren, Red Bull, Mercedes o Williams, respectivamente, producen o pueden producir mejores performances que los coches escarlata. Es decir, ni en competencia directa ni aprovechando alguna circunstancia especial parece posible que la SF25 prevalezca.

La debilidad técnica se complementa con una insuficiencia en la ejecución de los fines de semana. Una semana atrás, el viernes de Bakú, las Ferrari terminaban 1-2; un día más tarde, en la clasificación retrocedían a las posiciones 10 y 12. Charles Leclerc, que usó gomas C5, dijo que prefería las más blandas C6; Hamilton, que llevó las C6, afirmó que le habrían venido bien las C5. Una confusión importante, que el Grand Prix confirmó.

Mientras el resto de los equipos de punta desarrolló sus coches o introdujo algunas variantes de importancia a lo largo de la temporada, Ferrari penó casi todo el torneo con una suspensión trasera fallida; más que desarrollar su SF25, debió dedicar sus recursos a arreglarla. Y el arreglo no salió bien.

En la primera parte del año, Leclerc subió varias veces al podio: Arabia Saudita, Mónaco, España y Austria. La ausencia posterior parece explicarse de manera sencilla: la SF25 no avanzó técnicamente y sus rivales sí, desplazándola de esas posiciones. La pole de Hungría no pudo ser aprovechada por la defectuosa SF25 y alguna falla de ejecución; el monegasco acabó cuarto.

La última victoria de Ferrari en el Mundial data del 27 de octubre de 2024, hace casi un año, cuando Carlos Sainz venció en México. La Scuderia ya dedica el 100 por ciento de sus recursos al modelo 2026; no habrá ninguna novedad tendiente a cortar específicamente la mala racha.

Sin embargo, fue el mismo Sainz el único que logró derrotar a los Red Bull en 2023, precisamente en… Singapur. Todos los argumentos indican que la SF25 no puede ganar. Pero esto es Fórmula 1: ¿quién se anima a apostar a ello?

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