No pasó tanto tiempo desde aquella soberbia puesta en escena de McLaren, cuando Zak Brown llamó a atenuar los festejos internos de un título mundial que ya daba por descontado. Sus dos pilotos, Oscar Piastri y Lando Norris, dominaban a voluntad; había ganado 11 de los 14 Grands Prix disputados hasta el receso veraniego, y el mejor piloto no pintado de papaya estaba a más de cien puntos de la vanguardia del certamen.
Eso ocurrió en agosto. Dos meses atrás.
¿Cómo fue que el paraíso se derrumbó tan pronto? Ahí está un Piastri apagado, con dos actuaciones muy flojas (Baku y COTA) en las últimas tres fechas, sufriendo mucho con su manejo en pistas de bajo grip; un Norris que caminó mejor que su compañero durante las últimas cuatro carreras de manera consecutiva, pero que, desde aquella pomposa declaración de Brown, sumó menos puntos (57 contras 62) que el líder del Mundial; un coche, el MCL39, de enormes virtudes, pero que vio interrumpido su desarrollo en el receso para que McLaren pudiera dedicar todos sus recursos al modelo de 2026, bajo un reglamento muy distinto.
En ese periodo se aseguraron el título de Constructores, pero ahora se ven inermes. Sin piezas nuevas, tendrán que extremar la puesta a punto en cada circuito para poder volver a ganar: McLaren no consigue una victoria desde hace cinco carreras…
Las interpretaciones pueden ser variadas; pero es muy probable que el quiebre se haya producido el día en que Red Bull se deshizo de Christian Horner, el 9 de julio pasado, hace poco más de tres meses. No resultó una decisión intempestiva, aunque el anuncio lo fue. Verstappen venía de terminar quinto en el Grand Prix de Inglaterra, a casi un minuto de los McLaren.
After 20 years with the Team, Christian Horner departs Oracle Red Bull Racing as Team Principal and CEO.
We thank him for his tireless and exceptional work. He has been instrumental in building this Team into one of the most successful in F1, with eight Drivers’ Championships… pic.twitter.com/9SyqjSBvEG
— Oracle Red Bull Racing (@redbullracing) July 9, 2025
Vista en perspectiva, esa decisión lo cambió todo.
Introdujo en el equipo la dinámica de Laurent Mekies, el ingeniero francés que venía de estabilizar a Racing Bulls con su impronta de ingeniería.
El reemplazante remodeló la manera de trabajar al interior del equipo con la insistencia en encontrar soluciones técnicas al problema del RB21 y no solamente de puesta a punto.
EL CAMBIO FUNDAMENTAL QUE LAURENT MEKIES IMPLEMENTÓ EN RED BULL
Calmó los ánimos del Team Verstappen, muy descontento ya con la conducción de Horner y sus decisiones.
Empezaron a escuchar con más atención a su campeón y a todo lo que tenía para decir en términos de necesidades para su conducción.
Un nuevo sistema de trabajo y mejoras en el coche renovaron el espíritu. Desde el receso, el auto se adaptó a todo tipo de circuitos, no solamente los de curvas lentas en los que sobresalió desde comienzos de torneo, y su piloto se sintió mucho más cómodo para conducirlo. El resultado: de los últimos cinco Grands Prix, tres terminaron en contundentes triunfos suyos.
–Si alguien volviera a Zandvoort y te dijera que cuatro carreras después estarías peleando el título, ¿le creerías? – le preguntaron a Verstappen tras su victoria en Estados Unidos.
–No. Le habría dicho que era un idiota – respondió.
Y, sin embargo, en Zandvoort ya estaba plantada la semilla. Ahora se ven los brotes.