Es bien conocido el clima caótico que vive el equipo Alpine de Fórmula 1. La renuncia de Oliver Oakes, el acceso de Flavio Briatore a la conducción general del equipo y el cambio de Franco Colapinto en lugar del desplazado Jack Doohan conforman un panorama que lejos está de contribuir al logro de los resultados que el equipo francés necesita para mejorar su anteúltimo lugar en la Copa de Copa de Constructores.
Obviamente todo esto lo conoce Luca de Meo, el presidente de Renault, la empresa madre de Alpine, quien se manifestó preocupado por la situación y esbozó algunas soluciones.
«Estamos intentando encontrar cierta estabilidad en Alpine y para eso vamos a trabajar», declaró durante su paso por el circuito Bugatti de Le Mans como invitado al Gran Premio de Francia de Motociclismo.
Según deslizó De Meo, la idea, especialmente como director deportivo, es colocar una persona que tenga una extensa continuidad y no, breves periodos como ocurrió con Cyril Abiteboul, Otmar Szafnauer, Bruno Famin y Oliver Oakes, que pasaron por ese cargo en los últimos cuatro años.
Esta iniciativa de tener un jefe deportivo “por un largo tiempo” complica las chances de continuidad de Flavio Briatore, actual ocupante de ese puesto. De 75 años de edad, Briatore ha sido considerado por el ex piloto Ralf Schumacher como “demasiado mayor para ese puesto”. Esto no significa que el italiano, de estrecha relación con De Meo, se aleje de Alpine ya que conservaría su lugar como asesor. Para ocupar el de director deportivo de Alpine se habla de Christian Horner, cuya inminente salida de Red Bull luego de muchos años, se da como un hecho para después del fin de semana en Imola. De concretarse sería el pase del año entre los jefes de equipo.
“De lo que no tenemos duda es que seguiremos invirtiendo hasta encontrar la alquimia necesaria para tener un buen desempeño en la Fórmula 1”, aclaró De Meo como cierre. Por ahora entonces, puede estar tranquilo Colapinto.
