DOCE DATOS INSOSLAYABLES SOBRE IMOLA

La pista italiana, escenario del próximo Grand Prix de Fórmula 1, encierra historias y secretos que vale la pena conocer de cara al fin de semana.
  1. Imola fue fundada por los romanos en el año 82 A.C, con el nombre de Jomla. Más de dos milenios tuvieron que pasar antes de que se inaugurara su pista, en abril de 1953, aunque desde 1946 venían organizándose carreras en un circuito callejero en el centro de la ciudad. El trazado original, pensado para el motociclismo, discurría a lo largo de caminos vecinales que unían los viñedos de la zona, que se regaban con el agua tomada del río Santerno. El dibujo es, esencialmente, el mismo que el actual.

 

  1. La primera competencia automovilística en ese circuito tuvo lugar en 1956, una prueba para coches sport que ganó Eugenio Castellotti con un Osca. La Fórmula 1 llegó por primera vez en abril de 1963, hace más de 60 años, para disputar una competencia sin puntos. El vencedor fue el escocés Jim Clark, que a fines de ese año se quedaría con el título mundial.

 

  1. En Imola se disputaron los 500 Kilómetros Sport y los 1.000 Kilómetros del Mundial de Marcas antes de que la F-1 volviera en setiembre 1979 para un ensayo: Niki Lauda (Brabham) ganó una carrera sin puntos por delante de Carlos Reutemann (Lotus), la organización fue exitosa y, entonces, el Grand Prix de Italia de 1980 se corrió allí. Fue la única vez en que Imola hospedó el GP peninsular.

 

  1. Se comprende entonces que Imola sea una pista de la vieja escuela: angosta, con cambios de rasante, sin posibilidad de ensanchamiento a causa de la proximidad del Santerno. No tiene curvas esencialmente lentas (nunca se transita a menos de 100 km/h), pero posee cuatro curvas de menos de 150 km/h que requieren una buena cuota de downforce. La pole de 2024 la consiguió Max verstappen a más de 236 km/h; en lo que va de 2025, solo Jeddah y Suzuka fueron más veloces que Imola.

 

  1. A diferencia de los trazados más modernos, que denominan a las curvas con números consecutivos, Imola conserva los viejos nombres: Tamburello, Villeneuve, Tosa, Piratella, Acqua Minerali, Variante Alta y la doble curva de Rivazza. El circuito se rebautizó como “Dino Ferrari” en 1970 y tomó su nombre actual, “Enzo y Dino Ferrari”, en 1990, después de la muerte del Commendatore en 1988. Ferrari nunca hizo tratativas para adquirir este circuito, a menos de cien kilómetros de Maranello, pero sí compró el de Mugello, cerca de Florencia.

 

  1. El Grand Prix de San Marino se disputó allí entre 1981 y 2006, y el GP de la Emilia Romagna está en el calendario desde 2021, aunque en 2023 no se disputó a raíz de las fuertes inundaciones que aquejaron la zona. En total, Imola hospedó 31 Grands Prix puntables; Monza tiene asistencia perfecta en el calendario salvo en 1980 cuando Imola le birló el GP de Italia.

 

  1. El autódromo es hoy propiedad de la Comuna de Imola, pero lo gestiona una sociedad cuyo presidente es nada menos que Giancarlo Minardi, quien fuera titular de la escuadra homónima de F-1 entre 1985 y 2005. En la época en que Imola no tuvo F-1, entre 2007 y 2020, tres sociedades anónimas encargadas de festionar el circuito quebraron, al no disponer de los ingresos que genera un Grand Prix.

 

  1. En 1991, transitando la vuelta previa y camino a Rivazza, Alain Prost perdió el control de su Ferrari y no pudo tomar parte de la largada. Dos años antes, Gerhard Berger se despistó con su Ferrari en Tamburello y el coche tomó fuego. Pareció una eternidad el tiempo en que los bomberos llegaron a apagarlo, pero Berger emergió con quemaduras menores y lesiones no demasiado serias.

 

  1. Imola se volvió tristemente célebre en 1994 luego de las muertes de Roland Ratzenberger y Ayrton Senna en el fin de semana del GP de San Marino. Berger y Senna habían estado recorriendo la curva de Tamburello unos años antes, buscando la manera de ampliar la zona de escape, para aumentar la seguridad. Concluyeron que la proximidad del Santerno hacía imposible el objetivo. Después de aquel fin de semana trágico, se modificó la pista con dos chicanas permanentes en Tamburello (dónde falleció Senna) y Villeneuve (dónde cayó Ratzenberger).

 

  1. En Imola acabó la carrera de Fórmula 1 de Miguel Ángel Guerra. Con mucho esfuerzo pudo clasificar su Osella-Cosworth para largar 22° la carrera de 1981, pero solo duró 400 metros. Un toque en Tamburello con el chileno Eliseo Salazar lo marginó: en el despiste sufrió la fractura de un tobillo, perdió su lugar y no pudo regresar. Ángel se lo toma con filosofía: “Me accidenté en Tamburello saliendo hacia la izquierda; Senna se golpeó saliéndose hacia la derecha…”

 

  1. En Imola nació Stefano Domenicali, el actual CEO de la Fórmula 1, que llegó a ser Team Principal de Ferrari. Su primer trabajo en el automovilismo fue, precisamente, como asistente ad-honorem en el circuito. Como director deportivo del equipo, entre 2002 y 2007, vivió cuatro éxitos de la mano de Michael Schumacher. Pero cuando accedió al cargo de Team Principal, el GP de san Marino ya se había extinguido.

 

  1. El secreto para andar muy rápido en Imola es disponer de unas suspensiones capaces de montarse a los pianitos sin perder contacto con el piso y, con ello, perder tracción. El ataque a la Variante Alta, la chicana más lenta del trazado, es medular para conseguir la pole-position. Se debe hacer el recorrido más directo posible, sin tanto ángulo de volante y manteniendo las cuatro ruedas lo más pegadas posible al asfalto, para no perder tiempo en el cambio de dirección ni en la tracción.