Se acerca el final del famoso “parón” de verano europeo y, al mismo tiempo, la entrada del tramo que, con la decena de carreras finales, cerrará la actual temporada del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Un momento en el que comienza a intensificarse el ruido y movimiento sobre el mercado de pases.
Hasta ahora hubo más ruido que movimientos concretos. Dentro de ese panorama, hay dos nombres que prevalecen en las especulaciones: Franco Colapinto, dentro de las filas de Alpine, y Yuki Tsunoda, en la segunda butaca de Red Bull, una de las más calientes de la grilla.
Colapinto asoma con mayores posibilidades de conservar su puesto. Para lograrlo debe levantar un rendimiento que, en las primeras ocho competencias disputadas, no fue el esperado, ya que no mejoró, como muchos descontaban, los resultados entregados por su antecesor Jack Doohan en la primera media docena de fechas del Campeonato Mundial.
Terminar las carreras, no golpear al Alpine y, en lo posible, sumar puntos son objetivos que, de concretarlos, ayudarán a la continuidad del argentino. No lo respalda mucho el actual mal rendimiento del Alpine, sin dudas el peor equipo de la grilla. En cambio, tiene a su favor el conocimiento de nueve de los diez circuitos (Zandvoort es la excepción) que restan en la temporada, por haberlos transitado el año pasado sobre el Williams en sus primeros pasos en la categoría. A esto se suma el importante y millonario apoyo publicitario que lo ha acompañado desde que llegó a la Fórmula 1 y que, en caso de continuar, será clave para su futuro. Atentos a todo esto se encuentran Sergio Pérez, Valtteri Bottas, Mick Schumacher y Paul Aron (piloto de reserva de Alpine), integrantes de la lista para acompañar a Pierre Gasly en Alpine de caerse la chance de Colapinto.
Más claro parece estar el panorama de Tsunoda, y no para bien del japonés. Es conocido el pragmatismo con el que la estructura de Red Bull maneja el destino de sus pilotos cuando uno de sus integrantes no tiene buenos resultados. Es el caso de Yuki, cuya irregularidad como compañero de Max Verstappen no es lo deseado en función de la Copa de Constructores. Esto, junto con las ganas de promover al británico-sueco Arvid Lindblad, producto de su Academia de Jóvenes Pilotos, darían lugar a una de las habituales movidas del equipo austríaco. ¿Cómo? Con Lindblad desembarcando en la Fórmula 1 como compañero de Liam Lawson, en el lugar de Racing Bulls que dejará el francés Isack Hadjar para ascender a Red Bull y desplazar a Yuki.
Así de simple: Tsunoda va en camino de quedarse afuera de esta Fórmula 1 para convertirse en una víctima más de esa “picadora de pilotos” que es la categoría. Tan trituradora como lo es Red Bull, su mejor ejemplo.